PREPARADAS PARA MORIR

CAPITULO 29

La semana transcurría con normalidad, pero a medida que el día señalado por Daniel Perkins se acercaba, las jóvenes se ponían más y más intranquilas; el capitán Morris, aún no había regresado; eso sumado al hecho de que aún no tenían noticias de Brian Cook, Billy Harris y James Larson, los extrañaban demasiado, más aún, ante la perspectiva de perder su casa ¿A dónde irían? La ansiedad las envolvía mientras esperaban; Sandy Summers, las acompañaba, les ayudaba en lo que podía y las animaba.

El esperado día había llegado y de Morris no se tenían noticias; las cuatro mujeres se encontraban reunidas en el comedor después de haber desayunado

- nada podemos hacer, salvo esperar – decía Jackelinne intentando trasmitir calma

- ¿y si nos reclama esta parte? Es nuestra casa Jacy, yo no la quiero perder – la menor de las hermanas parecía a punto de derrumbarse

- chicas, hay que mantener la calma – aportó Sandy – es mejor esperar, como dijeron antes, tal vez el hombre aquel tenga alguna propuesta, no os desesperéis

- no lo sé – dijo Geraldine parca – me niego a perder esta batalla, siento como si nos hubieran atacado de una manera totalmente desconocida para la que nadie nos entrenó, me siento atada; el capitán no da muestras de aparecer y de Harris no sé nada, odio sentirme así

- Geraldine, todas estamos igual ¿o es que acaso ves a James junto a mí? – dijo Maxinne belicosa

- no vais a discutir las dos, solo eso nos faltaría; no podemos hacer nada hasta que ese hombre de la cara y nos diga que es lo que quiere – apuntó Jackelinne con firmeza

No habían terminado de hablar cuando el sonido de los cascos les llegó desde el exterior, se levantaron al mismo tiempo, como impulsadas por un resorte y fueron a ver, estando seguras de quien se trataba.

-señoritas buenos días – saludó Daniel Perkins desmontando – insisto en saber quiénes son las hermanas y cual es cual; aunque usted, – dijo señalando a Sandy con una inclinación – sin parecer grosero, pero creo que es algo mayor para ser una de las hijas del capitán, me dijeron que ellas estarían como de 19 y 18 años – en definitiva, las hermanas Allegry deben ser ustedes tres – las señaló a ellas

- soy solo una amiga de la familia – explicó Sandy

El hombre se acercó hasta quedar más cerca de las hermanas Allegry

-¿y bien? – pregunto de pie ante ellas

- soy Jackelinne, ella es Geraldine y ella es Maxinne – señalo a sus hermanas

- bueno señoritas, como la conversación que tenemos pendiente es importante ¿Qué les parece si entramos? No podemos negociar aquí afuera

- negociar – repitió Geraldine en voz baja dándole la espalda para entrar

- vamos – invitó Jackelinne más amable que su hermana – por aquí señor Perkins.

Una vez adentro se sentaron a excepción de Geraldine que prefirió permanecer de pie.

-bien señoritas – dijo el ranchero – vamos al punto ¿tienen el dinero?

- es... es mucho dinero señor Perkins – dijo Jackelinne – y no, no lo tenemos

- siento escucharlo, no era mi intención quedarme con esto, pero...

- señor Perkins, podría ampliarnos el plazo, nosotras no estábamos enteradas de que esa deuda existía

- verán, lo que ocurre es que ya no puedo extender más el plazo, ya va para cuatro años que existe esa deuda, no puedo esperar más; además, díganme, ¿qué harían para reunir el dinero por mas plazo que les diera? ¿Qué pueden hacer tres muchachitas solas? O así fueran cuatro con su amiga, son solo mujeres; me perdonaran por ser tan directo