Gemelo Correcto

No me conoces

- ¡¿Por que nunca me dijiste lo que sentías?!

-¿Para que me rechazaras y arruinara nuestra amistad?- dijo burlón-  No gracias.

- ¿Como sabías que iba a rechazarte?¿Nunca pensaste que tal vez, si lo intentábamos, podría haber sentido lo mismo?

- Yo se que no te gustan los tipos como yo! Tu prefieres los de novela, que son unos idiotas y te rompen el corazón.

- ¡No tienes derecho a decidir lo que me gusta! Es mi vida no la tuya. ¡Te odio por pensar que puedes decidir por mi!- grité con las lágrimas cayéndose de los ojos. Vi como algo en el interior de Tris se rompía y supe que me había pasado.

Cerré la puerta con fuerza y bajé la escalera llorando, con todos los adolescentes mirándome.
Vi a Sheldon, que estaba sentado en una silla con la mirada perdida. Al instante que me vio se paró para llegar hasta mí.

Yo salí corriendo hacia la calle, no paré hasta que mis piernas no dieron más y mi respiración se volvió agitada.

No podía sacarme de la mente la imagen de Tris y Zorrana teniendo sexo oral, y lo más masoquista es que él se veía tierno cuando lo hacían.

Miré a mi alrededor una calle sin transitar y cuando supe en donde estaba se me puso la piel de gallina.

Era el barrio negro.

¡Estaba en el barrio negro!.

De todas las malditas partes de esta ciudad tuve que terminar aquí.
《 Estoy cagada por un dinosaurio 》

Caminé por el medio de la calle donde alumbraban las farolas, mis ganas de llorar incrementaron.

¿ Como pude dejarme llevar por Sheldon ? Si hubiese sabido lo que Tris sentía, jamás lo hubiese dejado ir.
《 Lo quiero demasiado》

Mi corazón se aceleró.
Corrí hasta la vereda para ocultarme y solté un suspiro cuando las motos que estaban detras de mí pasaron de largo.

Cuando me Di vuelta vi la silueta de un hombre acercándose hacia mí.
《 Dios 》

Cuando vi el rostro de la persona alumbrado por las farolas mi cuerpo dio un suspiro.

-Tommy- dije aliviada -¿ qué haces aquí? -él sonrió y se acercó tanto que me dejó acorralada contra la pared.
- ¿Estas bien? - pregunté extrañada.

- Siempre quise hacer esto- susurró contra mi boca.

Puso sus manos en mi cintura y nos unió, comenzó a mover sus labios contra los míos. Yo lo aparté de inmediato poniendo mis manos en su pecho.

- Lo siento, no puedo hacerlo- le dije apenada. Él levantó mi barbilla con una mano y me besó de manera brusca. Forcejeé tratando de quitarlo, pero lo único que conseguí fue que me golpeara contra la pared. Me quedé sin aire por un momento y mis piernas flaquearon. Él aprovechó y me tiró al suelo quedado arriba mío.

Me desesperé y comencé a gritar y forcejear.

- Tommy ¿qué haces? Por favor, déjame- dije al borde del llanto.
Jamás lo había visto de esta manera, parecía una persona completamente diferente. Parecía agresivo y estaba a punto de cometer una locura.

Traté de detenerlo, le hice rayones y le di varios golpes, pero fue en vano. Desabrochó mi sostén y manoseó mis senos.
Yo lloraba y gritaba lo más fuerte que podía, pero él estaba absorto de mi llanto, sólo me manoseaba.

- Por favor, no lo hagas- grité desgaerrada- tu no eres así- mi pecho se comprimía y me daban arcadas cada vez que su boca tocaba mi cuerpo. Ya no conocía a la persona frente a mí, no era ni lejos el chico tierno que me gustaba. En ese momento sólo sentía asco.

En algún momento sentí como me dio un golpe contra el pavimento, lo demás fue todo borroso y distorsionado.