¿Por qué son mágicos los espejos?

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Los espejos aparecen en el folclore mágico desde hace miles de años. Como en la antigüedad resultaba caro elaborarlos, eran escasos y por ello inspiraban sorpresa y temor reverencial. Según algunas leyendas, eran instrumentos del Diablo y se empleaban para capturar almas de igual forma que captaban imágenes. En la Edad Media, los magos miraban en su interior para adivinar el futuro o responder a preguntas importantes. Esta técnica adivinatoria se denomina catoptromancia.

El espejo más famoso de la literatura es, sin duda, el que perteneció a la malvada madrastra Blancanieves. Hay otros muchos. En un cuento de las Mil y unas noches, un genio entrega al príncipe Alasnam un espejo que revela si un amante es o no de fiar. En un poema de la Inglaterra isabelina, The Faerie Queen, Merlín crea un espejo para el rey Ryence con poderes similares:

El gran mago Merlín había creado,

con su ciencia y su formidable poder,

un espejo de maravillosa confección.

Este espejo mostraba con suma claridad

todo lo que hubiera en este mundo,

que quisiera ver quien lo mirara.

Si se había granjeado algún enemigo,

allí lo veía, aunque antes fuera amigo.

Este espejo es muy similar al que describe otro famoso poeta británico que vivió trescientos años antes de Spenser. Geoffrey Chaucer, uno de los primeros poetas que escribió en lengua inglesa, creó una larga serie de relatos titulada Los cuentos de Canterbury, narrados por varios personajes ficticios que van en peregrinaje al santuario de Canterbury, Inglaterra. En uno de sus relatos, <<El cuento del escudero>>, el rey de Arabia y la India regala un espejo a un rey llamado Cambuscán:

En cuanto a este espejo, que sostengo en mi mano, tiene tal virtud, que en él veréis las adversidades que amenazan a vuestro reino, o a vos mismo, y él os revelará quién es vuestro amigo o enemigo; a más de esto, si alguna hermosa señora ha entregado su corazón a un caballero, en él verá si es aquél falso...

PORTALES MÁGICOS

Además, de ser instrumentos para la adivinación, los espejos eran a menudo puertas a otros mundos, como el imaginado por Lewis Carrol en A través del espejo:

-Ahora, si me prestas atención, en lugar de hablar tanto, gatito, te contaré todas mis ideas sobre la casa del espejo. Primero, ahí está el cuarto que se ve al otro lado del espejo y que es completamente igual a nuestro salón, sólo que con todas las cosas dispuestas a la inversa... Juguemos a que existe alguna manera de atravesar el espejo: juguemos a que el cristal se hace blando como si fuera una gasa, de forma que pudiéramos pasar a través. Pero ¿cómo? ¡Si parece que se está empañando ahora mismo y convirtiéndose en una especie de niebla! Apuesto a que ahora, si probáramos, sería más fácil pasar a su través.

Mientras decía esto, Alicia se encontró con que estaba encaramada sobre la repisa de la chimenea, aunque no podía acordarse de cómo había llegado hasta ese lugar. Y en efecto, el cristal del espejo se estaba disolviendo, deshaciéndose poco a poco entre las manos de Alicia, como si fuera una bruma plateada y brillante.

EL ESPEJO DE OESED.

Por encima de todo, para bien o para mal, los espejos reflejan nuestro auténtico ser. Por eso pueden ser tan peligrosos. El espejo de Oesed que aparece en Piedra es, sin duda, esa clase de espejo. Es <<alto hasta el techo, con un marco dorado muy trabajado>>. En la parte superior, lleva grabada la inscripción: <<Oesed lenoz aro cut edon isara cut se onotse.>> Naturalmente, esa frase, reflejada en un espejo, se convierte en: <<Esto no es tu cara sino de tu corazón el deseo.>> ¿Y qué podría ser mejor que eso? Cualquier cosa, aparentemente, como Ron le dice a Harry: <<Dumbledore tenía razón, ese espejo te puede volver loco.>>

Aunque el espejo de Oesed es la <<clave para hallar la Piedra>>, también pone a prueba el carácter de quien se mira en él. La vanidad y el egoísmo, centrales en el acto de mirarse a un espejo, son cualidades corruptas. Como sólo alguien con una virtud poco corriente merece que sus deseos se cumplan, sólo alguien que mira en el espejo y ve a otros (como cuando Harry ve a sus padres en él) o se ve realizando un acto altruista (como impedir que Voldemort se haga con la Piedra) obtendrá lo que desea.

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* La experta en brujería Rosemary Ellen Guiley halló en los escritos del mago medieval Albert Magnus las instrucciones para fabricar un espejo mágico: <<Comprad un espejo y escribid en él "S. Solam S Tattler S. Echogordner Gematur." Enterradlo en un cruce de caminos a una hora impar. Al tercer día, id al lugar a esa misma hora y desenterradlo, pero no seáis los primeros en mirar en él. Es mejor que lo hagan un perro o un gato.>>

* John Dee (1527-1608), uno de los magos favoritos de la reina británica Isabel I, a menudo usaba un espejo para sus artes adivinatorias.

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