Capítulo veinticuatro.

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Narra Dani.

Mientras ____ intentaba acomodarse, salí a la puerta para llamar a mi casa, tenía que comunicarles que había vuelvo y que me quedaría a vivir con ella, les gustase o no.

*Llamada telefónica*

-¿Sí?

-Papá, soy Dani.

-¡Ah hola hijo! ¿Qué querías?

-Verás... Estoy con una chica, ____, su padre se acaba de morir y no está muy bien en estos momentos, así que... He decidido quedarme a vivir con ella en su casa.

-¡¿Que qué?! De eso nada, ya estás en Londres, ¿no? Pues tira para casa ¡ya!

-Me da igual lo que me digas, papá, me voy a quedar con ella, no te estaba preguntando, sólo te estaba afirmando. Adiós, te quiero.

-¡¡No no, ni se te ocurra col... -Le colgué antes de que acabase.

Narra ____.

Me quedé mirando fíjamente la imagen que había en la mesilla... "No, esto no ha ocurrido... ¿Verdad? Papá... Dime que volverás a casa, que estarás aquí conmigo... por favor..." Pensé.

En ese momento, sabía que necesitaba a Dani, que necesitaba que me abrazase, que me besase... Así que, fui en busca de él afuera.

-¡¡Dani!! ¡Ven aquí, por favor! -Dije corriendo hacia él mientras lloraba desconsoladamente.

-Ey, princesa, ¿qué te ocurre?

-Te necesito Dani, necesito que me abraces, que estés conmigo, no te vayas de mí nunca, por f...

-Ey ey ey, tranquila mi niña, ya sabes que estoy aquí, y que nunca te dejaré, ¿de acuerdo? Te prometí un infinito, ¿lo recuerdas?

-Sí, pero... Temo que te vayas como mi padre lo ha hecho, y no pueda despedirme de ti... -Cogió con delicadamente con sus dos manos mi cara.

-Escúchame, ahora yo estoy aquí, para protegerte y cuidarte, nunca me iré de ti, siempre estaré contigo, pase lo que pase, ¿me entiendes? 

-No puedo quererte más, eres el hombre de mi vida. -No me pude contener y le di un beso en los labios.

***

Narra ____.

Ahora Dani y yo, parecemos una pareja adulta, aunque no es así, obviamente. Ha ido a comprar comida, la que estaba en la nevera, tenía mala pinta. Como no sabía qué hacer para olvidarme un poco de todo esto, decidí coger las maletas, subir a la planta de arriba y guardar nuestra ropa en el armario de mi padre. Lo abrí y estaba repleto de ropa suya, ¿qué hago con todo esto? Será mejor que la lleve a un contenedor de esos de ropa, habrá gente que la necesite. Aparté su ropa, la eché en la cama, y guardé a un lado la ropa de Dani y a otro la mía. Cogí mi ropa interior y la guardé en una de las mesitas de noche, hice lo mismo con la de Dani, pero la metí en la otra mesita.

Terminé de ordenar el cuarto, bajé la ropa de mi padre y la dejé metida en bolsas en la entrada, junto a la puerta. Fui hacia el salón, me senté en el sofá y puse la tele, me vendría bien despejarme un poco.

Narra Dani.

Terminé de comprar la comida en el supermercado, y mientras iba de camino a casa, vi una joyería, y pensé "¿Por qué no le regalo algo a ____? Tengo dinero suficiente y me gustaría regalarle algo." Así que, muy decidido, entré en la joyería y... Dios, allí estaban.

Un romance complicado.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora