4)Adiós Gimli.

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Lo pasé realmente bien en las minas de los enanos, se celebró un banquete en mi honor, los enanos cantaron con sus voces atronadoras; tan fuerte lo hicieron que temí que se derrumbara el techo sobre nuestras cabezas.

Una semana después se oyó el  resonar de las trompetas élficas que me llamaban. Me preparé para la marcha, pero no me podía preparar para la despedida.

-Así que de verdad te marchas,- dijo Gimli apareciendo por mis aposentos, yo estaba agachado recogiendo mis cosas y metiéndolas en bolsas, pero aún así era más alto que él.-puede que no nos veamos en largo tiempo.- le ví por primera vez en mi vida sin arma ninguna, ni siquiera llevaba cota de maya.

-Para mí el tiempo también será largo, ¿con quién discutiré ahora las estrategias de batalla?- le cogí por debajo de los brazos levantándolo del suelo y le abracé.

-¡Suéltame orejas picudas!- dijo el enano conteniendo las lágrimas- no te despidas, mejor dí hasta luego, ¡y lárgate ya!-

-Conforme,

-le dejé en el suelo, recogí los bultos de regalos que me habían dado los enanos y los ensillé en el caballo que me habían traído, su nombre era ankros y era muy fuerte y veloz

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-le dejé en el suelo, recogí los bultos de regalos que me habían dado los enanos y los ensillé en el caballo que me habían traído, su nombre era ankros y era muy fuerte y veloz.

Los enanos no estaban muy contentos con que lleváramos caballos a la entrada de sus hogares, nos alejamos en cuanto pudimos.

En la distancia, a cientos de pasos de dónde habíamos partido volví mi mirada hacia el hogar de los señores enanos, todos habían entrado de nuevo a las cavernas, todos menos uno... Gimli estaba mirando el horizonte, sabía que no podía verme con su corta vista, pero yo le veía perfectamente, lloraba desconsolado.

Aparté la mirada con los ojos húmedos, la despedida había sido dolorosa, pero esperaba que el reencuentro fuera glorioso. 

Ankros y yo corrimos hacia nuestro nuevo hogar más allá de las montañas.

Ankros y yo corrimos hacia nuestro nuevo hogar más allá de las montañas

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¿Y qué pasó con Legolas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora