20)Retos que superar

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Salí a respirar la brisa de la noche.
Le sonreí a la luna solo ella sabía todo lo que pasaba por mi cabeza.
Me senté en el borde de la escalinata.
Oí unos pasos fuertes y una respiración agitada...no me hizo falta mirar para saber que en pocos segundos Gimli se sentaría a mi lado.

-No escuches a Theor...sólo está muy borracho, no controla lo que dice- dijo Gimli excusando al rechoncho enano que me había acusado de mentiroso.

No contesté.

Nos quedamos callados allí los dos... en silencio....mirando a la nada...

- No se a ti Señor Legolas, pero a este enano se le congelan las posaderas, me retiro...disfruta del silencio en soledad.- dijo levantándose.

A la mañana siguiente animé a Gimli a una apuesta:

-Mira Gimli, si tu puedes montar a caballo sólo, yo me quedaré un tiempo a aprender del arte de la forja y la talla de piedra que tanto me aburre...- le aseguré.

Sabía que el Enano frente a cualquier reto sería incapaz de negarse.

Aquellos días fueron la mar de entretenidos.

NUNCA me cansaré de escuchar la versión de Gimli de porqué no pudo dominar a ''Aquel Monstruo terrible''.

Le había dejado montar a mi fiel corcel, Arod que ya le había llevado en alguna ocasión, aunque tales ocasiones fueran un motivo más de queja para Gimli.

Lo bueno fue que no tuve la obligación de aprender a forjar...para algunos elfos era un trabajo glorioso y fascinante...pero para mi era como ver crecer la hierba...una pérdida de tiempo inmensa y aburrida.

Tendría que volver a mi casa en algún momento...pero no había prisa.

El tiempo es corto cuando se está entre amigos.

¿Y qué pasó con Legolas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora