10)El juicio de Fenris

166 17 2
                                    

Le interrogué, bueno... sólo me hacía falta preguntar.

A Fenris no le importaba contárnoslo todo, le habían echado de su casa pensando que era un monstruo, había estado viviendo en un poblado hasta que sin quererlo mató a un niño. 

Había llevado una vida muy dura y yo no veía por qué atormentarlo más.

-Yo en estas tierras estoy a la merced de Faramir y del rey Elessar (Aragorn), te llevaremos hasta Faramir y que ellos juzguen qué hacer contigo, pero antes una última pregunta, ¿sabes a dónde han ido los demás licántropos?-dije en voz elevada, para que los demás conocieran la decisión que había tomado.

-Lo que ordenéis, lamento decir que no conozco muy bien los planes de Borsul, los hombres hablaban muy rápido en la lengua de Rohan y no comprendo mucho de este dialecto-respondió.

Así lo dispusimos, Mitrol, el mensajero-herrero, volvería a su hogar, Fenris iría escoltado por tres de mis mejores hombres y yo mismo iría con ellos. Ankris el Teleri me habíoa caído bien y quería ver el final de esta historia.

Llegamos al palacio de Faramir sin incidentes, Fenris era un elfo civilizado y hablamos mucho por el camino, nos intercambiamos información de nuestros pueblos que hacía mucho tiempo que se habían distanciado.

Se preparó el "juicio",  yo nunca he considerado que fuera un juicio porque no se le juzgaba de nada, no había hecho daño a nadie en Gondor al menos.

En la gran sala del trono de Faramir se encontraba sentado allá en lo alto, su mujer e hija jugaban en alguna parte del castillo, si agudizaba el oído podía percibir sus risas.

El gran hijo de Senescal tamborileaba en el reposabrazos del trono y observaba atentamentamente al elfo pelirrojo como si se tratara de una nueva especie de ave queno conociera.

-Legolas, no sé qué medidas tomar contra las noticias que traéis, ni sé qué hacer con este a quién me traes.-dijo-sé que los elfos  no prodigáis consejos, pero aprovecha uno ahora.-me pidió.

-Perseguid a los afectados, pero no les matéis, juzgadles por su ser consciente, no por su ser animal, ese es mi consejo-respondí.


¿Y qué pasó con Legolas?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora