El misterio tras la puerta

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Se abalanzó otra vez sobre mi y me dio un beso cálido y suave.
Empezó a darme besos en el cuello, sus manos se deslizaron sobre mi cintura, y con un hábil movimiento me quitó la camiseta, después me quitó los pantalones.

Se apartó un poco y quedó observando mi cuerpo, su mirada era oscura y tenía los ojos dilatados​.
Sus bellos ojos de color gris azulado me ponían mucho.

Se volvió a acercar a mi, y con delicadeza me desabrochó el sujetador, quedándome solo en bragas.
Me acarició suavemente todo el cuerpo, me agarró los pechos y los masajeaba suavemente, yo estaba con los ojos cerrados, intentando sentir el máximo placer, de repente sentí mis pezones húmedos, abrí los ojos y ví que los estaba chupando.

De pronto sentí un cosquilleo en mis partes, estaba allí abajo, haciendo cosas con las que me sentía muy bien.
Estaba a punto de explotar, no podía más, entonces solté un gemido, enseguida me sonroje, me sentía agotada aunque yo solo hubiese estado notando placer.
Daria se posicionó a mi lado y me preguntó:

- ¿Te ha gustado?

- Si... una cosa, ¿podría intentarlo yo ahora?...

Se paró un segundo a pensar, y su respuesta me impactó;

- Bueno mejor, vayamos a dormir...

Al día siguiente cuando desperté, no entendía el porqué no me dejo hacerle algo como lo que ella me hizo a mi, igual es que no le gusté, igual fue algo pasajero y ya no volveríamos a hacer nada como aquello, o igual es que pensó que, como no tenia experiencia seria mejor que yo no hiciese nada...

Entonces, escuche su voz que me quito de mis pensamientos:

- ¿En qué piensas?

- Lo que paso ayer... -tenia un poco de vergüenza de decirle lo que pensaba. ¿Por que rechazaste mi propuesta?

- Ven.

Me levanté y la seguí, estaba nerviosa. 


Llegamos y nos paramos enfrente de una puerta blanca, ella sacó una llave de su bolsillo y abrió la puerta.


Cuando mis ojos vieron lo que había en la habitación se quedaron helados, había una cama con sábanas rojas, un montón de látigos y todo tipo de instrumentos de tortura...

Profe, te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora