Chantajes

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Todo a mi alrededor parecía haber cambiado, la gente me miraba por el pasillo, el rumor se extendía como una epidemia, lo estaba pasando fatal.

El poco tiempo que llevaba sin ella y ya me parecía que me faltaba algo, echaba de menos sus manos apretandome el cuello, y azotandome, su vagina en mi boca...todo.

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P.O.V Daria

Hoy me han informado de que debo ir a una reunión con algunos profesores de la clase 4 B, hemos tenido algunos comentarios por parte de esa clase bastante sospechosos, lo que más me asusta es que son ciertos. ¿Como lo habrán descubierto?, de todas formas es la palabra de ellos contra la nuestra.

Llegó la hora de la reunión, estaba muy nerviosa. Entro por la puerta y me encuentro a algunos de los profesores, Cristina , Carmen y Germán, no entendía nada no se suponía que era una reunión de profesores.

Me senté en una silla de las 15 que había sin ocupar y dije:

- ¿Qué está pasando aquí?

De repente se abrió la puerta y apareció Sandra.

- ¿Qué haces aquí? -le pregunté a Sandra, ella me dijo:

- Me han dicho que querían hablar conmigo -esto no me olía muy bien.

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P.O.V Sandra

Estaba en clase de religión y de repente entró la conserje y me dijo que tenía que ir a el aula de reuniones de profesores.

Me llevé una sorpresa cuando me encontré a la profesora de mates, de biología, el de música y... Daria.

Yo miraba a Daria con cara de no saber nada y ella me miraba igual, entonces supe que estábamos en problemas.

Pero entonces la profesora de matemáticas que es muy directa dijo:

- No diremos nada de lo vuestro, si Sandra a partir de ahora es nuestra putita personal .-yo me quedé de piedra no sabía que contestar.

Daria estaba de piedra, igual que yo, estaba pálida, mirando a la profesora de matemáticas, que hace unos pocos segundo acababa de soltar aquella bomba.

- ¡No podéis hacer eso! -dijo Daria medio gritando.

-Claro que podemos. -dijo mi profesora de biología con una sonrisa de psicópata.

-Si no acepta podemos denunciarte por pederastia y... en el caso de Sandra, podemos amargarle todos los cursos, incluso el expediente académico.

Yo estaba allí, de pie, en frente de la puerta, sin decir ni una palabra, Daria estaba súper cabreada, con los puños cerrados con fuerza.

Me había metido en un lío yo sola, y no de los pequeños...

Profe, te amoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora