012.

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Desperté en un lugar oscuro, junto una ventana polvorienta y vieja. Arrugué la nariz asqueada y me senté con cuidado en el suelo gélido en el cuál estaba acostada hace unos segundos, mientras mis ojos se acostumbraban a la oscuridad. ¿Acaso éste no es el momento en qué alguien con una motosierra entra y me asesina? Cerré los ojos y ignoré mis pensamientos. Tanteé el suelo y encontré una puerta un poco adelante, subí las manos lentamente hacía el pomo y la abrí con sigilo.

Eché un vistazo hacía afuera y sólo vi un desolado pasillo, con una débil bombilla alumbrándolo. Salí de aquella habitación y caminé en dirección al pasillo.

Luego de recorrerlo, encontré una escalera que se dirigía al piso de abajo. Lentamente bajé, poniendo atención a cada rincón de aquel lugar, no quería ser sorprendida dos veces en un mismo día; aunque ¿era el mismo día? ¿Cuánto estuve dormida? ¿Dónde mierda estoy? Sentía que mí cabeza era una maraña, llena de confusión y drama.

Paré un momento antes de seguir bajando y me apoyé contra la pared; no tenía armas, estaba sola (o eso pensaba) y aún peor, no estaba muerta, lo que significaba que Jeff me había dejado con vida por alguna razón. Lo que me asustaba era saber cuál era.

Bajé del todo y vi que estaba sola. En éste piso solo había una cocina con platos sucios por doquier, un sillón malgastado y andrajoso, y una televisión muy pequeña.

Seguí caminando para dirigirme a la salida, debía escapar. Cuando puse la mano en el pomo me sentí feliz, ya que volvería a ser libre; pero era demasiado bueno para ser verdad. Obviamente Woods no me dejaría la salida libre.

Me sentí frustrada y boté algunas lágrimas del desespero. Subí nuevamente las escaleras y entré de nuevo a la habitación; caminé hacía la ventana y, ¡maravilloso! La ventana también estaba forzada.

Iba a volver a bajar y sentí que alguien abría la puerta principal. Por instinto, me agaché y escuché lo que pasaba abajo.

Se oían pasos, que venían hacía la escalera. Sentí mí corazón dar un vuelco y reaccioné. ¡Maldita sea! ¿Ahora qué haría?

Corrí sigilosamente hacía la habitación, cerré la puerta y me eché al suelo, con la respiración acelerada.

Alguien abrió la puerta y se acercó. Se agachó y... ¿Acarició mí cabello? ¿Qué mierda?

—¿Por qué eres tan testaruda? Ya sólo deja de buscarme o acabarás muerta, bonita...

La voz de Jeff me caló el alma y me hizo temblar. Me puse rígida y abrí los ojos.

—¿Qué estás haciendo? ¡Alejate de mí! ¡Eres un maldito! ¡Te odio!

Me alejé de él y pegué mí espalda a la pared detrás de mí, él sólo me miró con esos ojos que me resultaban inquietantes.

—¿Por qué haces ésto?— Cuestionó.

—Oh, ¿ahora somos amigos?— Pregunté con sarcasmo.

—Sólo pregunto. Solo alguien sumamente estúpida buscaría al que trató de asesinarla.— Dijo riéndose socarronamente.

Lo miré y dije:

—Me arrebataste todo lo que quería, mereces la muerte...

—¿Todo lo qué querías? ¡Ay vamos! Deja de darte tanta importancia. Intenté matarte, sobreviviste. Eso es suficiente, cualquiera estaría agradecido con por lo menos todavía estar con vida. Perdiste a un idiota que tal vez ni te quería y ya no tienes a donde ir. ¿Y? Son cosas que pueden reponerse, deja de ser tan estúpida.

Sus palabras me hirieron. Bajé la mirada; pero luego reaccioné, lo último que quería es que viera que me hizo daño.

—Oh vaya, habló el asesino, el que cree que tiene poder de decidir en la vida de los demás. ¿Quién mierda te crees?—Dicho eso me acerqué y le pegué puños en el pecho, él ni se inmutó.

Luego de eso río y se levantó.

—Disfruta tu estadía aquí, porque no saldrás en un tiempo.

Salió por la puerta y la cerró, mientras yo sentía como le ponía seguro desde afuera.

Me paré y la golpeé con todas mis fuerzas una y otra vez.

—¡Dejame salir imbécil! ¡¿Quién mierda te crees!? ¡Te mataré maldito, lo juro! ¡¿Por qué me haces ésto?!

Grité y grité, pero ninguno de aquello gritos obtuvo respuesta, así que caí de rodillas al suelo, poniendo mí frente contra la puerta.

¿Cómo había llegado hasta ésto?

Ajenos «Jeff The Killer».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora