Sin perder más tiempo, me paré y corrí hacía la cocina, donde se encontraba la puerta hacía la parte trasera de la casa.
Jhonatan gritó mí nombre y yo volteé, él me lanzó su teléfono.
—¡Llama a la policía!—Gruñó, mientras tomaba el rifle de mí bolso.
—¿¡Qué mierda harás?!— Dije, corriendo hacía él.
—¡Ya largate Elizabeth no hay tiempo!— Dijo mientras que Jeff abría la puerta principal de un portazo.
Corrí asustada hasta la puerta trasera. Cuando logré salir, aceleré el paso y me camufle detrás de un árbol. Con los dedos temblorosos, marqué el número de la policía.
Contestó una mujer, preguntándome cuál era mi emergencia; rápidamente le dije que alguien trataba de asesinarme y le di la dirección de Jhonatan. Ella contestó que tratarían de llegar lo más rápido posible pero que sería complicado llegar hasta el final del bosque, donde estábamos ubicados.
Colgué y me recosté en el árbol. Estaba con el corazón en la boca y temblaba. Ésto era mí culpa.
Se oyó un disparo seco y yo me llevé la mano a la boca, pensando lo peor.
Justo cuando tomé la suficiente fuerza de voluntad para acercarme a la casa, todas las luces de ésta se apagaron, sumergiéndome en una oscuridad terrorífica. No era más que cuestión de tiempo para que Jeff me encontrara.
Entré nuevamente por la puerta trasera y caminé en silencio hacía la sala. La luz de la luna se filtraba por las ventanas, dejándome suficiente márgen para observar que el cuerpo de Jhonatan yacía tirado en el suelo, mientras la sangre le cubría la cabeza y el pecho.
Él soltó un quejido y yo me acerqué, agachándome para ayudarle.
—Jhonatan, no, por favor no me dejes, resiste, ya llamé a la policía, resiste.— Dije, aguantando las lágrimas. Ésto era mí culpa. Todo era mí culpa.
—Liz... No, vete, maldita sea, huye...— Dijo, con las pocas fuerzas que tenía.
No me hubiese sorprendido que Jeff nos estuviera observando en la oscuridad, regodeándose en su perverso juego.
—Shh, por favor, no me dejes. Dios, lo lamento, lo lamento tanto...— Dije llorando. No aguantaba más.
—Te quiero Elizabeth.— Dijo, no quería que me dijera eso, era como una despedida. Se me desgarró el alma y le miré.
—No... No hagas eso, estarás bien, lo prometo, quedate conmigo.—Le pedí; pero él ya no respondió. Sus ojos estaban abiertos y tenía una sonrisa de lado. Empecé a llorar y me recosté en su pecho, manchándome con su sangre.
Luego de seguir llorando un momento, reaccioné y me paré.
Debía huir.
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Ajenos «Jeff The Killer».
Fanfiction"-¿Sí entiendes qué eso es una completa locura?- Cuestioné mirándolo. -¿Qué más esperabas de un asesino?- Respondió riéndose." Elizabeth Martinez es mí nombre. Pero ahora mismo no importa quién soy... Sólo importa él. Ese malnacido que jodió mí vida...