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Una semana después.

Luego de aquel encuentro con ese tipo en la fiesta, me sentí sumamente atormentada por el miedo. Aquello no era normal, y sentía que cualquier intento por ayudar a Jeff me llevaría inevitablemente hacía la muerte. 

Aquel día, me encontraba en casa, sentada viendo un programa de televisión al cual nisiquiera le estaba prestando mí atención.

***

La televisión empezó a sonar fuertemente, gracias a una noticia de último momento. Miré de reojo y vi la penitenciaria; observé del todo e imaginé lo peor.

"Informamos desde la penitenciaria estatal, donde ha habido un hecho que estremece a la comunidad.
Un peligroso asesino, el cual hace poco había sido capturado, volvió a escapar en un acto de crueldad, al destripar con sus propias manos a un guardia. Tomó el arma de éste y mató a los demás vigilantes. Se describe a éste como el mayor acto macabro ocurrido en ésta cárcel.
La comunidad pone en velo la efectividad de éste sistema, el cual a sido víctima de múltiples fugas en muy poco tiempo.
Aconsejamos a los habitantes resguardarse en sus casas, ya que éste prófugo es un temible asesino el cual iba a ser condenado a la pena de muerte por sus múltiples asesinatos en masa y actos sanguinarios durante varios años.
Seguiremos informando."

No podía creerlo. Me llevé la mano a la boca y sentí como se me cortaba la respiración. Jeff nuevamente estaba libre, listo para derramar más sangre.

Me levanté del suelo, dispuesta a ir al segundo piso, pero aquel intento fue estropeado.

Sentí como abrían la puerta principal de una patada. Volteé y vi como varios hombres armados entraban en mí casa, apuntándome y gritándome que me agachara y pusiera mis manos detrás de la espalda. No reaccioné hasta que uno me gritó que hiciera lo que me decían o me dispararían, sin piedad.

Hice exactamente lo que dijeron y uno se me acercó, esposándome las muñecas. Me paró de un jalón y me llevó hacía un auto policial.

Grité una y otra vez, preguntando que de qué se trataba toda ésta mierda, que yo no había hecho nada y cosas así, hasta que un oficial me golpeó y me noqueó, acallando mis gritos.

Ajenos «Jeff The Killer».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora