Desperté por un temblor que me recorrió de pies a cabeza.
Estaba tirada en el suelo, botando sangre de la boca y de la nariz. Alguna ya estaba seca en el suelo, por lo que deduje que ya había pasado un rato.
El golpe de Jeff me había tumbado al suelo, y más allá de eso no recordaba nada.
Intenté pararme, pero al hacerlo la cabeza me zumbaba terriblemente, por lo que preferí quedarme un poco más tumbada allí.
Toqué mí cabeza y encontré una abertura, cubierta de sangre seca. Sentí miedo y sin importar el dolor me paré y subí al baño.
Al encender el débil foco, me miré en el pequeño espejo. Mí cara era un desastre, no me reconocía. Estaba hecha una mierda, por dentro y por fuera.
Pegué la espalda a la pared y me deslicé hasta el suelo.
Entre sollozo y sollozo, escuché pasos acercarse al baño. Al levantar mí rostro, vi a Jeff, con un botiquín de primeros auxilios.
Se acercó y se sentó en frente mío. Sacó alcohol y un algodón, lo remojó en éste y lo paso por las heridas de mí rostro. Ardía, pero yo me mantuve quieta, sólo mirándole los ojos.
Acabó con eso y me dio otro algodón para la herida de la cabeza.
—¿Por qué eres así?— Pregunté con la voz rota. Estaba hartándome de todo ésto.
—Así ¿cómo?—Preguntó sin mirarme.
—Así, tan jodidamente bipolar. En un momento te niegas a matarme, te comportas como si fuéramos buenos amigos; al otro me tratas como basura, intentas asesinarme y nisiquiera lo haces bien.— Dije enojada, mientras pasaba frenéticamente el algodón por la herida de mí cabeza. El ardor era de mil demonios.
Él me miro y frunció el ceño.
—Tú crees que es fácil convivir con alguien cuando todo el mundo cree que eres un jodido monstruo. Disculpa querida, pero tú buscaste ésto, tú sola te metiste en ésto. Yo no fui la tonta que se metió a la boca del lobo.
Cerré los ojos y lágrimas bajaron por mis ojos. Escuché un suspiro y luego él dijo:
—Oye, emm... Lo lamento.—Abrí los ojos de golpe, ya que no me lo tragaba, ¿Jeff, un asesino a sangre fría me estaba pidiendo perdón? El mundo está de cabeza:— Es difícil para mí ser una buena persona, no puedo ser así. Va en contra de toda mí vida. Pero, tú me haz mostrado un poco de humanidad y eso se siente bien. Llevo tanto tiempo sólo que había olvidado lo bien que se sentía estar con otra persona. Aunque no seas la mejor chica, estoy satisfecho.— Dijo eso y yo reí, mientras las facciones de su rostro se relajaban.
—Vaya, creía que no tenías alma.
—No la tengo.— Dijo eso y río. Que hermoso sonido... Espera ¿qué?
Seguimos hablando y de golpe dijo:
—A todas éstas, nisiquiera sé tú nombre niña.
Lo miré y reí.
—Me llamo Elizabeth.
Él hizo una mueca y dijo:
—Que nombre tan...
—¿Tan...?
Lo miré y él no dijo nada.
Se paró y dijo:
—Debo irme, Elizabeth.— Me pareció demasiado formal.
—Dime Liz.
—Está bien... Liz.— Pude ver como se ponía rígido. Se notaba que hace mucho no tenía confianza con nadie.
Él salió del baño y yo sólo me quedé ahí sentada, sonriendo como una completa lunática.
ESTÁS LEYENDO
Ajenos «Jeff The Killer».
Фанфик"-¿Sí entiendes qué eso es una completa locura?- Cuestioné mirándolo. -¿Qué más esperabas de un asesino?- Respondió riéndose." Elizabeth Martinez es mí nombre. Pero ahora mismo no importa quién soy... Sólo importa él. Ese malnacido que jodió mí vida...