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Después de dormir un poco, me dispuse a pararme de la cama.

A un lado, mí padre había dejado un bolso junto con ropa y objetos personales para mí. Lo tomé y me dirigí al baño de la habitación, tratando de no hacer ruido para no llamar la atención de nadie. La tormenta seguía golpeando las ventanas.

Me costaba mucho vestirme ya que las quemaduras estaban cicatrizando. Aún dolían. Me miré al espejo del baño y vi mí rostro; estaba intacto. Al parecer, las llamas solo consumieron un poco mis brazos y piernas, y me sentí aliviada.

Salí del baño y me paré al frente de la cama. A un lado estaba mí teléfono y el expediente de Jeff. Tome el teléfono y lo puse en mí bolsillo. Dudaba en llevarme el expediente, pero tal vez lo necesitaría más adelante, así que lo guardé.

Cuando estuve lista, me dirigí a la ventana. Al abrirla, asomé la cabeza y miré hacía abajo. Estaba en un segundo piso, y tenía la posibilidad de caer en unos arbustos. Me aferré el bolso al cuerpo y salté.

Cuando estuve en los arbustos, tapé mí boca para ocultar los sollozos. Me había lastimado un poco las quemaduras al caer, y me sentía fatal.

Todo era su culpa, todo era su maldita culpa.

Me paré y empecé a caminar sin rumbo, con la lluvia mojándome completamente.

Sin saber a donde más ir, me dirigí hasta mí casa. Estando al frente, vi que ya no era la misma. Las ventanas estaban rotas, y todo estaba cubierto de un color grisáceo.

Me acerqué a la puerta y vi una cinta amarilla alrededor, con las palabras: "Alejese. Zona de peligro."

Haciendo caso omiso a aquello, abrí la puerta y entre, cerrándola tras de mí.

Boté el bolso al suelo y observé mí casa, era completamente desconocida a la que recordaba.

Subí a mí habitación y todo estaba completamente destruido.

Caí de rodillas al suelo y tapé mí cara con mis manos, soltando gritos desgarradores y lágrimas abundantes. Estaba sola, CJ estaba muerto y mí vida se había acabado. No tenía a donde ir, y no sabía ni con que cara podría mirar a la gente desde ahora.

Sólo quedaba buscar mí venganza.

Tenía que deshacerme de ese idiota; no solo por mí, sino por toda esa gente a la cual él hizo daño, a la que le arrancó la vida.

Ajenos «Jeff The Killer».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora