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¡Henry se encontraba aquí! ¿Henry se encontraba aquí?

Bien, esto estaba resultando realmente extraño, ¿cuál era el contacto que tenían entre ellos?

Mi ex chófer bajo de su vehículo

—cariño ven—  me acerqué a él

— ¿qué haces aquí? —

—te lo explicó luego— murmuró y subió nuevamente al coche

— tienen muchas cosas que explicar — susurre y lo seguí

Al ver que ya me encontraba segura en el vehículo de Henry, Erwin aceleró.

El hombre a mi lado siguió su coche sin decir una palabra. Imite su acción, no hablé en todo el recorrido intentando acomodar el rompecabezas que era ahora mi mente.

Por lo que sabía nos dirigiamos hacia un hotel, era lo que tenía entendido por un llamado que Henry recibió en medio del trayecto. Continuamos sin hablar al llegar. Note que la muchacha rubia fue la primera en bajar del vehículo de Erwin, esta corrió rápidamente al hotel.

—¿ cuál es su problema? — susurre para mi, lo cual no fue del todo para mi ya que Henry oyó

— ya lo explicaremos— dijo para luego suspirar

—muero de ganas de saber cuál es aquella explicación, Henry... esto no me está gustando, dímelo de una vez y ya. —

—es demasiado complejo para esta ocasión — fue su opinion, la cual me dejo con más intriga, ¿que tanto ocultaban? ¿cual era su conexión con Erwin, con la muchacha rubia...?

El chico de ojos color esmeralda bajo de su coche, me miró por unos segundos antes de caminar hasta nosotros. Henry también bajo e imite su acción.

— vamos — habló el muchacho, asenti, sabía que todo tendría su explicacion, tendría una explicación razonable, también sabía que todo en relación a los Anderson se acabaría de una vez.

Este era el momento que tanto había estado esperando, el momento que Henry me había prometido, aquel que eliminaría el contacto con 'it', si, todo aquel contacto, y gracias a Henry estaba ocurriendo, gracias a él todo iba a dar aquel giro que tanto necesitaba. Todo este tiempo creí en Henry, creí en sus palabras, porque eran las que realmente importaban en aquel camino que seguiría, y todo estaba funcionando.

Pensé en Tina , en su vida bajo el orden de mis padres, bajo sus reglas, las cuales ella no soportaría, su maltrato verbal, desee que encontrará algo mejor, que realmente le sirviera. Ella no merecía el trato que los Anderson le daban, nadie lo merecía, sólo ellos, ellos tendrían que probar su propio karma, y sabía que les llegaría, como a cada uno les llega, en algún momento tendrian que terminar con todo aquello, no podrían ser esos mounstros para siempre. Lo que más anhelaba se estaba cumpliendo y lo único que necesitaba ahora eran respuestas, demasiadas respuestas, de parte de Henry como de Erwin, y de todo lo que me rodeara en aquel momento.

Entramos al hotel, Henry nos condujo hacia el ascensor, al entrar en el, Erwin marco uno de los últimos pisos mientras que el hombre, al que tantas cosas le agradecía, marco el último. Todo se volvió incómodo cuando comenzamos a subir, Erwin no dejaba de mirarme, aunque sus ojos no llevarán a nada, no tenían nada para decirme, ya no veía nada en ellos y me preocupaba, nadie hablo mientras seguíamos subiendo, miré mis pies, intentado disimular los nervios, el calor había comenzado a subir por mi nuca y mis manos sudaban.

Por un instante el ascensor se detuvo, Levante la vista topandome con los ojos del muchacho que tanto me gustaba

— los veo luego— murmuró aún mirándome, para luego bajar.
Henry asintió con la mirada y luego subimos unos dos pisos más, suspire cuando los ojos esmeraldas ya no se encontraban cerca de mi, mi mejor amigo me miró cuando el ascensor se detuvo. No sabía que decir, no sabía que sería lo que me esperaba del otro lado, tenía ganas de averiguarlo y correr al mismo tiempo.

Life Under Lies ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora