Seguí los consejos de Henry y espere a que pudiera salir de las manos de los Andreson, fui paciente, me dejé llevar hasta el momento justo y dije basta, ahora al despertar está mañana me volví a sentir libre, como a mis seis años cuando conocí las hermosas playas de Brasil y corrí hasta el mar sintiendo la brisa fresca que chocaban contra mi rostro, me sentí feliz, solo que esperaba que mi felicidad no fuera interrumpida en el momento que sea plena, como cuando toque el agua aquella vez y los brazos de Connie me sacaron de allí haciendo que todo volviera a ser igual, con barrotes de oro que no servían para nada, no quería que la felicidad se sumerja lejos de mi otra vez, no quiero volver a pisar fondo para poder salir, quería flotar plenamente por siempre sin preocuparme por si algún movimiento salía mal, sin preocuparme por si al final del día esos barrotes estarían ahí cerrándome el pasó o no. Ya no más, había sufrido demasiado y no quería volver a hacerlo, estaría con Henry hasta el final y no volvería a juzgar sus maneras de protegereme.
Por un mes estuve junto a Wendy y Erwin a mi cuidado, no tarde tanto en recuperarme y ya comenzaba a sentir ese lugar como mi hogar, Henry, Mark, Sarah e inclusive Grace iban a visitarme.
Erwin se había ido por la mañana a trabajar junto con los otros agentes, al ver que me sentía mucho mejor no se negó a ir, en realidad si lo hizo, pero yo había insistido a que continuará con su trabajo, sin depender de lo que me ocurriera ya que yo me encontraba en muy buen estado luego de todos sus cuidados, solo quedaban cicatrices que se irían con el tiempo.
Por el mediodía recibí un mensaje de Felipe, quien le había pedido mi numero a Mark, y se encontraba muy feliz de saber cómo me sentía.
'Acabo de hablar con tu padre, te molesta si vamos a visitarte?, estoy junto a Emma quien está ansiosa por verte' su mensaje me había sacado una sonrisa
'Claro que no me molesta, vengan cuando quieran 😁' respondí, tenía ganas de ver a esa pequeña
'Entonces espéranos allí'
y eso hice, la espera no fue tan larga como creí que sería, Wendy me había tenido ocupada en el jardín mientras plantábamos unas flores antes de que Emma y Felipe llegarán
—hola— dije al verlos con una sonrisa en mi rostro, Emma corrió a mis brazos
—¡Lis Lis Lis! — gritaba entusiasmada, había extrañado su energía, Felipe se acercó y también me abrazo
—por dios, me alegra que estés bien— sonreí
—me alegro de verlos, ¿como están? — el chico se separó mientras que Emma hacia lo mismo cuando Cleo se acercó a nosotros
—bien, te extrañábamos, no pudimos venir antes ya que no tenía comunicación contigo y cada vez que veía a aquellos hombres atendía gente o desaparecían rápidamente — dijo mientras Emma acariciaba a el gran perro
—está bien, no hubiera podido aceptar que vinieran antes, no me encontraba en condiciones...— dije sacando los guantes amarillos de jardinería, Wendy apareció con dos grandes vasos con jugo. Emma dejo de tocar a Cleo para esconderse detrás de mí
—hola— dijo la mujer sonriendo
—Felipe, te presento a Wendy, es a quien le debo mi vida — la mujer hizo un ademán con la mano
—no seas modesta chiquilla, no me debes nada— dijo sonriendo— es un placer conocerte Felipe. ¿Y quién es esta pequeña?
—el placer es mío— contestó devolviéndole la sonrisa —ella es mi hija, Emma, hija, saluda a Wendy— la niña salió detrás de mí y se acercó a la mujer

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Life Under Lies ©
أدب المراهقينCuando estás en la época en la que tu inocencia ocupa un cien por ciento de tu personalidad, siempre habrá quienes quieran aprovecharse de eso, o intentar cambiar nuestros puntos de vista a su favor. Y es por eso que ellos lograron secuestrarla, da...