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Me encontraba vestida con una camiseta larga color beige, sentada en la cama con las piernas cruzadas. En el desayuno habia una nota doblada en dos, junto al regalo envuelto en papel madera que llegó por la mañana a mi puerta, mi corazón comenzó a latir muy deprisa al leerla

'feliz navidad'

decía en la parte superior, abrí la nota mientras le daba un sorbo a mi café

'Si esto te saca una sonrisa, cumplí mi verdadera misión en la vida'

estaba sorprendida al recibir el obsequio, él único que siempre me traía alguno era Henry, quien me había enseñado el significado de la navidad a mis ocho años, supuse que se trataba de él al abrirlo.

Una pequeña caja se encontraba bajo la envoltura, la abrí, en su interior tenía un delicado collar plateado con dos diges en el, un corazón y la hermosa torre Eiffel, sonreí, era precioso. Continúe desayunando en mi cama, un late con tostadas y mermelada de frutilla, junto a un jugo exprimido de naranja.

Oí el ruido de alguien golpeando la puerta y me levanté rápidamente. Henry se encontraba del otro lado, le sonreí en modo de agradecimiento, por el desayuno en la cama y el hermoso presente.

—Hola — susurre, el me sonrió de vuelta

—feliz navidad — dijo tendiendome un regalo, ¿otro más? Comencé a dudar

—gracias, igualmente Henry, aunque... yo no tengo nada para darte — el se encogió de hombros, lo abrí en el momento, siempre era su condición, quería ver mi expresión al abrir los regalos, todos los años me lo repetía, esta vez no me lo dijo, pero era seguro, su sonrisa seguía ahí, esperando mi reacción. Entró en mi cuarto cerrando la puerta detras de si

Note que, al sacar toda la envoltura, se trataba de un libro, uno de medicina

—estamos cada vez más cerca — dijo al ver mi expresión que reflejaba sorpresa

—Henry, gracias, de verdad muchas gracias — se trataba más que de un libro, o un collar, Henry estaba haciendo todo lo posible para que pueda tomar las riendas de mi camino

—no hay de que cariño — miro el desayuno que se encontraba a medio terminar — estaba por llevarte a desayunar — dijo señalando la bandeja sentándose en el borde de la cama

—crei que lo habías mandado tu —

—no, definitivamente no fui yo — pensé en el obsequio y se me vino a la mente Erwin, sonreí al instante, era algo muy tierno de su parte, Henry me miró confundido — ¿pasa algo ? —preguntó

—no, no — el golpeo ligeramente sus piernas y se levantó

—bien, cariño, solo vine a dejarte eso —señaló el libro que tenía entre mis manos — yo voy a bajar para desayunar, si quieres te veo ahí, hay muchas cosas de las que debemos hablar — asenti con la cabeza

—voy a darme una ducha, me cambió y bajo — él sonrio a mi parecer, sus ojos se achinaron un poco al hacerlo, volvió a verse sereno, lo quería así, deseaba agradecerle de alguna manera, mucho más a su altura, todo lo que hacia por mi, no obstante las mentiras me resultaban pasajeras, él lo había hecho para poder sacarme de ese lugar donde todo era un completo desastre, y comencé a entenderlo, lo perdone en el momento, en el momento que me recordó, con aquel libro, lo que estaba pasando, algo bueno, algo por lo que había estado esperando, y volví a agradecerle mentalmente al hombre que se había pasado todo este tiempo ayudándome.

Henry salió del cuarto saludandome con su mano, me recoste en la cama al ver que cerraba la puerta, medite unos minutos sobre lo que sería mi día y volví a levantarme.

Life Under Lies ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora