— aquí tiene señorita Anderson— Tina se encontraba sirviéndome el almuerzo , le sonreí
—gracias — mis padres todavía no volvían, había decidido salir de mi habitación para poder comer algo, ya que el anterior postre no lo había ni tocado
—la señora Anderson acaba de llamar, dijo que te prepares para esta tarde— recordé que era mi último día de ensayo y suspire.
—de acuerdo— conteste, comí un trozo de filete, ella se sentó junto a mi con su plato de comida
—también dijo que el señor Lipson estaría aquí— la mire extrañada
—¿el señor Lipson? —
—si, Tobin, el joven de la otra vez— abrí los ojos de par en par, ¿que haría él en mi casa?
—pero es el ensayo, no entiendo a qué se debe todo eso— Tina se encogió de hombros, continuamos comiendo tranquilamente hasta que las personas comenzaron a llegar
—bien, ahora necesito que te coloques el vestido corto azul, te haremos unas fotos con el y luego con el rosa ¿de acuerdo?— asentí con la cabeza, el hombre que dirigía la cámara sonrío. Ya me encontraba con un raro peinado en mi cabeza, luego de los dos vestidos muchas fotos habían sido tomadas, habían probado nuevamente los ocho modelos antes de que mis padres llegarán, otros tipos de peinados y maquillaje y los Anderson ya se encontraban allí, otra vez dirigiendo a todo el mundo
—buenas tardes, puedes retirarte, te llamaremos nuevamente esta noche— le dijo Marshall a Dave, mi seguridad, este asintió, me miró y se marchó —y ustedes— continuó mirando a las demás personas que ocupaban el apartamento — ya tuvieron suficiente, nos veremos mañana — ordenó, todos comenzaron a guardar sus pertenecías. Entre en mi cuarto para cambiarme colocándome un jean, mis vans negras y una camiseta blanca.
Salí al balcón cuando noté que nadie se encontraba en la sala. El sol se estaba ocultando y la luna comenzaba a aparecer , mi madre se acercó a mí—espero que te comportes mejor esta noche, no vayas a hacer enfadar a tu padre — asentí con la cabeza deseando tirarme de aquel balcón para poder librarme de ellos
—Tobin debe estar por llegar — suspire, temiendo por lo que podría pasarme ya que Henry no estaba esa vez junto a mi. Connie observó detenidamente la torre Eiffel y luego se dio la vuelta para irse. Me relaje en uno de los bancos que se encontraban en el balcón esperando a que aquel muchacho apareciera—¡Lis!— grito Marshall — ¡Tobin ya está aquí!— volví a suspirar, ¿cómo iba a salir de esta? Me levante y camine hacia el comedor, el muchacho estaba riendo por algo que mi padre le había dicho, acomodo su cabello rubio con la mano derecha y luego me miró, tenía un pequeño moretón debajo del ojo izquierdo, casi ni se le notaba, pero estaba ahí, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, recordé aquella noche y quise huir.
—hola— saludo acercándose a mi, retrocedí unos pasos
—hola— murmuré agachando la cabeza, sentía sus ojos oscuros en mi, levante la vista y Tobin se acercó un paso más, me quede estática cuando mi madre me miró, su cara lo decía todo 'no cometas el mismo error' y no podía hacerlo, porque el castigo sería mucho más duro de cualquiera que me imaginara.
El muchacho se encontraba cada vez más cerca. Mi padre había prendido un abano y se había tirado en unos de los sofás muy relajadamente. En el momento en que Tobin estaba a unos pocos centímetros de mi rostro, un calor invadió por completo mi cuerpo, mis manos comenzaron a sudar y todo el ambiente se sentía peligroso, el chico suspiro
—lo lamento — murmuró muy cerca de mi oído y luego se alejó dirigiéndose junto a mi padre, solté todo el aire que sin darme cuenta había estado conteniendo y me relaje, aquellos últimos segundos parecían haber sido una eternidad donde el miedo no desaparecía ni un segundo
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Life Under Lies ©
Teen FictionCuando estás en la época en la que tu inocencia ocupa un cien por ciento de tu personalidad, siempre habrá quienes quieran aprovecharse de eso, o intentar cambiar nuestros puntos de vista a su favor. Y es por eso que ellos lograron secuestrarla, da...