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Me enteré al día siguiente, cuando Henry fue por mi a la cabaña, que Tobin ya no se encontraba en el gran galpón de acero, dijeron que su coche había sido vendido y que su nombre no aparecía en ningún lado.

Habían continuado con la búsqueda de él y de Marshall las semanas en las que yo pasaba junto a Wendy y no tenían noticias de ellos. Henry no estaba del todo conforme con como me había abandonado en el bosque y era de saberse, había sido inhumana la forma en la que me había dejado aquella noche

—no solo es eso Lis— habló el hombre mientras conducía por la carretera hacia el hotel. En su auto llevaba todas mis cosas, las cuales no eran muchas, guardadas en una valija. Ese día volaríamos a Dublín y me encontraba muy feliz por ello

—¿que es? — pregunté

—no confío en Tobin —

—fue quien me ayudó— dije mirándolo, el hombre se encogió de hombros

—lo sé, pero... aún así no confío en el, no hemos visto noticias de Marshall desde que encontramos a Connie y no creo que él se encuentre detrás de lo que te pasó esas semanas—

—¿no fue lo mismo que le sucedió a Phoebe?— él negó

—no tardó tanto en matarla— y mi garganta se cerró por completo, aquello era cierto. En las cartas de Connie hablaba de solo una semana de su desaparición, y sabíamos que lo había hecho mucho antes, también sabíamos que la niña no había comido en toda aquella semana o eso era lo que decían los forenses.

—entonces... ¿en que piensas?—

—en que esto es obra de Tobin y que debemos ser precavidos—

—y, ¿por que me haría esto el a mi?—

—porque Phoebe era su hermana — esa frase resonó en mi cabeza el resto del viaje, no me había dado cuenta de aquello hasta aquel momento, mismo apellido, la comunicación con Marshall quien había sido amigo de su padre, la falsedad de Tobin con los Anderson, todo encajaba perfecto, pero aún así, faltaba comprobar si el me había hecho eso por ella.

Al llegar al hotel, aparcamos frente a el, Henry traería sus cosas mientras que yo pasaría el día junto a Felipe y Emma, en forma de despedida.

Por otro lado sabía que Erwin también se encontraba en el hotel y quería verlo, pero me molestaba el hecho de que no me haya llamado ni dejado ningún mensaje en torno a lo de la noche anterior.

Lo encontré cuando entre, el muchacho palideció al verme parada en la recepción del Saint Germain , supuse que no sabía que yo me encontraría allí y mis dudas comenzaron a florecer. Henry siguió su camino yendo hasta el ascensor y Erwin se acercó

—Lis... ¿qué haces aquí?— preguntó

—he venido por unas cosas para el viaje—

—¿el viaje? — se notó sorprendido

—esta noche vuelvo a Dublín, ¿no te lo dijeron? Creo que Sarah y Mark también irán — Erwin pasó su mano derecha por su cabello desconcertado

—no hable con ellos este tiempo— ¿entonces por qué estaba aquí? —tendre que ir por el boleto de avión—asentí, no sabía que contestarle — si es que no me lo han retirado ellos —

—puede que tengas suerte—conteste distante, oí pequeños pasos en mi dirección y luego sentí el apretón de los pequeños brazos de Emma rodeando mis piernas

Life Under Lies ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora