Desperté junto a Erwin a mi lado, el tenía puesto sus ojos verdes en mi, sonrió de lado al verme despertar
—buenos días— murmuró
—buenos días— dije estirando mis piernas —¿hace mucho que estás despierto? —él asintió aún sonriendo y luego beso mi frente— ¿estabas mirándome?— volvió a asentir — deja de hacerlo— dije tapando mi rostro con mis manos
—¿por qué?— preguntó riendo mientras luchaba por sacarme las manos de la cara
—por que... me incomoda — me venció al segundo en que hable y beso suavemente mis nudillos.
— Sabes... — comenzó a hablar tranquilamente mientras acariciaba mis brazos— en el tiempo en que no has estado fui consciente de las noches en vela, los sueños contigo y las sensaciones que tenía cada vez que entraba en tu habitación, no quiero perderte nuevamente, no puedo hacerlo, te convertiste en todo mi mundo este último tiempo y si no te tengo junto a mí no tengo nada. —me miró fijamente, parpadee vararías veces, ¿realmente estaba diciéndome esto? —A si que Lis... no me pidas que no te mire — suspiré — porque es de la única forma en que puedo creer que estás aquí y saber que no se trata de un sueño—
el chico continuo mirándome, no sabia que decir, Erwin depositó un corto beso en mis labios y luego se alejó dándome a entender que no debía decirle nada. Estuvimos un tiempo abrazados en mi cama hasta que su celular comenzó a sonar y se alejó completamente de mi en busca de aquel.
Comencé a sentir un temor bajo mi pecho, temía no ser capaz de poder demostrarle alguna vez todo el amor que sentía por el. Era notoriamente injusta mi reacción hacia sus comentarios y lo sabía, él hacia que me sintiera en la luna y yo ni me inmutaba, temía que se cansara de esperar por una reacción de mi parte y se fuera, pero no me sentía preparada. Erwin me gustaba, era dulce, sus sentimientos estaban ahí, siempre frente a mí, sus hoyuelos en las mejillas, su sonrisa seductora y sus increíbles ojos lo hacían verse perfecto, y me encantaba, pero había algo dentro de mí que no podía aceptar aquel sentimiento haciéndome ver cómo una idiota frente a el.
—Ally — contestó sonriendo a su llamado telefónico — si, claro — se alejo de la habitación dejándome con la intriga, queriendo saber quién era esa persona del otro lado de la línea.
Wendy apareció con mi desayuno minutos después
—tendrías que dejar de hacer esto— le reproche cuando dejo la bandeja entre mis piernas
—buenos días querida — dijo con una sonrisa
—buenos días Wendy —
—he visto a Erwin salir, ¿pasó algo? — suspire mirándola fijamente
—no lo sé, siento que no lo merezco—revele mientras ella se sentó al borde de mi cama
—¿por qué piensas eso? — Erwin entro en el cuarto y me limité a encogerme de hombros.
—buenos días Wendy— saludo a la mujer con su hermosa sonrisa
— buenos días muchacho — dijo levantándose — deje tu desayuno en la mesa del comedor, voy por el— dijo para luego guiñarme un ojo y correr hacia la salida del dormitorio haciéndonos reír a ambos
—muchas gracias— volvió a sonreírle mientras la mujer se iba y luego dirigió su vista a mi —eso se ve bastante bien— señalo mis tostadas con mermelada de frutilla
—si, y están muy buenas ¿quieres una? — dije levantando una del plato, el se acercó a mi
—claro — sonrío dándole un mordisco mientras aún yo la sostenía — si, está muy buena — dijo y me la quito, reí ante aquella acción — esta noche tendré una cena en la ciudad, así que dejaré que pases tiempo a solas con Henry — asentí pensando en su repentina llamada y un nudo en el estómago se me formo de la nada.

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Life Under Lies ©
Roman pour AdolescentsCuando estás en la época en la que tu inocencia ocupa un cien por ciento de tu personalidad, siempre habrá quienes quieran aprovecharse de eso, o intentar cambiar nuestros puntos de vista a su favor. Y es por eso que ellos lograron secuestrarla, da...