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Erwin

Al bajar del avión e ir por nuestras maletas me acerqué a Lis

—¿necesitas ayuda con eso?— pregunte, la chica me miró confundida y luego negó con la cabeza, iba a hablarle cuando mi celular comenzó a sonar, ella me miró apenada — disculpa— dije y me aleje

Se trataba de Allison

—hola Ally —

Erwin—

¿qué pasó? —

uhm nada, quería saber si habías llegado bien— habló nerviosa, asentí, olvidando que hablaba por teléfono

—si, llegue bien— dije ignorando su nerviosismo ya que Lis caminaba a medio metro de mi con su cabeza gacha mientras arrastraba su valija — pero tengo que dejarte Ally, luego te marco—

si dale, esperaré tu llamado— y corte, corrí hacia la chica de ojos miel y le quite la maleta de las manos

—¡oye! ¿Qué haces?— dijo sorprendida ante mi agarre

—ayudándote con esto—

—puedo sola— miró su valija y luego la mía— no podrás con las dos, déjame llevar una, no pesa demasiado — negué con la cabeza, bufo y continuó caminando, sin volver a reprocharme. Intenté caminar junto a ella hasta el taxi, pero se me hizo imposible por el peso de las valijas. Al llegar, Lis ya estaba en el asiento trasero del vehículo  y Henry esperaba fuera las maletas que traía conmigo

—¿que le has hecho?— me preguntó frunciendo el ceño cuando llegue, me encogí de hombros

—no lo sé— el hombre suspiro y cargo las maletas en el auto, subí junto a él y a Lis.

Sarah, Grace y Mark iban en otro coche dirigiéndose a la casa de Mark, nosotros nos quedaríamos un tiempo en un hotel, ya que en aquel lugar Lis estaría más protegida por hasta que lográramos atrapar a Marshall y a Tobin. Yo no me alejaría de la muchacha, o eso intentaría.

Al llegar al hotel, todos bajamos, Lis no me había hablado en el camino y respete aquello, no quería que me odiara más de lo que ya lo hacía.

—¿puedes con eso?— le pregunté cuando Henry le dio su maleta

—si, puedo, no soy una inválida Erwin— dijo mirando al suelo. Asentí y camine en dirección al hotel con mis pertenencias en mano. Henry llego detrás mío junto a Lis.

Las reservaciones ya estaban hechas y lo único que faltaba era llevar las maletas a los cuartos.

Acompañe a Lis al suyo primero, era el momento de hablar con ella, necesitaba que estemos bien, y no lo estaríamos si no hablaba. Al ver que la seguía dejo la puerta de su habitación abierta, entre y la cerré

—¿qué pasa Erwin? — preguntó poniendo su maleta frente a la gran cama matrimonial.

La habitación tenía distintos tonos de gris, combinados con beige y un naranja intenso, no era tan linda como la del Saint Germain pero estaba bien para unos días

—¿estás enojada?—

—¿tendría que estarlo?— preguntó dulcemente sentándose sobre la cama

—no lo sé— me encogí de hombros— ¿podemos hablar?— dije al notar que desviaba la vista a su celular. Me miró fijamente y suspiro

—¿de que quieres hablar Erwin?— su cabello caía en cascadas por sus hombros haciendo que pareciera un ángel, la luz que entraba por la ventana iluminaba su rostro de tal forma que la hacía más que preciosa, haciéndome olvidar que tenía que decirle

—yo...— cerré los ojos— de la noche anterior— los volví a abrir — lamentó no haber estado contigo— ella miró sus pies pareciendo una niña

—¿por que no fuiste?— preguntó dulcemente y luego volvió a mirarme, sus ojos se cristalizaron por un momento, sentía su dolor, era importante para ella que alguien estuviera protegiéndola y la había cagado, de una forma estupida había dejado que todo se desmoronará

—estuve con una amiga— ella asintió y dejo de mirarme, lentamente llevo la vista hacia la ventana — fuimos a beber algo y... no quería que me vieras así, era muy tarde y...— no pude continuar, ella me miró regalándome una pequeña sonrisa de consuelo

— está bien— murmuró — no te disculpes, no tienes porque pasarte todo el rato junto a mí— sabía a lo que quería llegar diciendo aquello

—Lis, quiero estar siempre junto a ti—

— Erwin, solo es trabajo, me alegra que la hayas pasado bien un rato, es necesario que te disperses— habló relajada sonriéndome

—no me hagas esto Lis — me miró confundida

—¿que cosa?—

—ignorar lo que sientes por mí — la chica suspiró y volvió a mirar hacia la ventana

—no es el mejor momento para esto—

—¿por que?—

—por qué estoy destruida Erwin, y no puedo depender de que estés o no a mi lado—

—no dejaré de estarlo— ella suspiró y me miró, con sus ojos aún cristalinos al punto de comenzar a llorar

—detente, ¿si? — asentí, la estaba lastimando con mis insistencias y eso no estaba bien, quería tenerla junto a mí, y quería que fuese mía de la mejor manera

—Lis, solo, si necesitas algo...—

—si, gracias— dejo de mirarme cuando me retire de la habitación, y me sentí un imbecil al rendirme y alejarme tan fácilmente.

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Perdonen que sea tan corto, pero no estuve muy inspirada este tiempo y todo lo que escribo no me gusta, termino borrándolo y dejando de hacerlo, así que les dejo esto. publicare otro cap en la semana.
Aún así quisiera saber su opinión...

Los quiero!!
Besos yan. 💕

Life Under Lies ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora