Intercambio

X

3 meses después 

—  Yesh'te sup, med [Come tu sopa] — Anne murmura mientras observa a Harry quien simplemente revuelve el contenido del plato, no quiere comer, quiere ver a su omega, quiere arrullarlo, tomarlo, besarlo y consumirse en el jazmín que puede percibir desde la cocina.

Escucha un pequeño quejido, es leve, casi imperceptible pero esta ahí, quiere subir, quiere tomar a Louis, quiere pecar con su cuerpo, quiere entregarse a todo lo que Louis significa, siente un gruñido crearse en su pecho, es gutural y hace a su mamá  temblar en su lugar, su padre lo observa en desacuerdo, es la mirada que antes lo aterrorizaba pero justo ahora no le causa nada,  Harry sabe que ha tenido suficiente, se levanta y camina escaleras arriba, no importa que su madre reproche o su padre intente detenerlo, no le importan los quejidos de desacuerdo y las palabras imponentes de su padre a quien mira una ultima vez, sabe que va a pagar por su insolencia pero justo ahora nada de eso le importa, solo quiere ver a Louis y tenerlo entre sus brazos, le ha permitido a su padre arrebatarle y negarle las cosas que Harry atesoraba antes, pero hoy no se lo permitirá, se adentra en la habitación, no importa si no es bienvenido, quiere estar para su omega, quiere entregarle lo que Louis quiera recibir de él.

Louis se encuentra en la cama, su pecho desnudó mientras intenta respirar  de forma regular, sus ojos azules como el cielo se han tornado oscuros y nocturnos, sus labios están rojos de mordérselos y sus mejillas se encuentran igual de carmesí, el olor es intenso y se resbala por toda la habitación, es lento y se desliza de forma peligrosa, Harry cierra la puerta y mira a Louis con ojos animales, no le importa que pase después.

Harry gruñe cuando un nuevo gemido escapa de esos rojos labios que quiere besar, su pecho se infla en orgullo, ese precioso ser es su omega, ese espécimen que se coloca de pie aun cuando sus piernas se encuentran temblorosas mientras intenta llegar a él, Louis es suyo sin importar nada, no importan las marcas ni los malditos lazos rotos o su pasado, no importa si ambos estan rotos.

— Alfa — Louis suelta con su dulce lengua y logra acomodarse en el pecho de Harry, busca confort, sus brazos se deslizan serpenteantes en el pecho de Harry hasta llegar a su cuello y juguetear con los rizos, larga un suspiro mientras se deja hacer por manos frías y llenas de anillos, manos que lo aprietan y moldean a su antojo, sus labios son cubiertos de una seda rosada que se mueve insistente, otro gruñido se escucha y Louis se estremece sumiso, muestra su cuello dando a entender que todo de él es regalado, ofrecido, quiere a su alfa contento.

— Mi omega, mío —  Harry suelta un lánguido  suspiro de aprobación mientras sus manos viajan más abajo, entre los muslos de Louis, están húmedos y brillan gracias al líquido que escurre perezoso en ellos — estas bien, voy a cuidar de ti, tranquilo omega mío 

— Te necesito — Louis gimotea mientras besa la mandíbula de Harry, su pecho desnudo se templa de a poco con el frío de la camisa de Harry

— No puedo, no aún, yo... me muero si te lastimo — Harry muerde el juguetón pulgar de Louis, el cual se encontraba cerca de su boca — preferiría ir al infierno,  si tú no me quisieras mañana porque te he lastimado, no podría soportarlo 

— Te quiero todo el tiempo — el castaño murmura mientras es guiado a la cama, pese a sus palabras, el cuerpo de Harry parece moverse por voluntad propia,  Harry recuerda un escenario parecido, recuerda a un Louis ebrio, sus labios rojizos al igual que hoy, su cabello despeinado, algo ha cambiado esta vez, Harry se ha dado cuenta que quiere quedarse, que lo necesita, que lo anhela en su piel, en sus manos, en su lengua, en todo su ser y que su alfa quiere lo mismo, que ha estado esperando por esto por demasiado tiempo y no le importa tomar el control si es que Harry duda en algún momento que aquí es donde debe estar  — por favor, quema, ayúdame a detenerlo

— Shh... Hare que te sientas mejor, hare todo lo que me pidas 

— Bésame — es flojo y soltado en un hilo de voz, pero puede escucharlo, puede sentir sus labios hormiguear, se acerca a Louis y desliza sus labios por la caliente piel de su mejilla, simplemente quiere juguetear con un necesitado chico, su necesitado chico — ¡alfa! — Louis chilla en reproche y Harry se permite soltar una cantarina risa antes de besarlo en los labios, es un beso lento y húmedo, perfecto.

Harry desearía que así fuera por la mañana, cuando Louis vuelva en sí, cuando los jazmines vuelvan a ser un perfume leve y tímido en la dorada piel, cuando esos ojos añiles vuelvan, cuando esos labios logren soltar palabras coherentes, pero sabe que no será así. Disfrutará mientras dure. Hasta que el crepúsculo se asome con tímidos rayos de luz, hasta que los pájaros vuelvan a cantar sus sonatas matutinas. Disfrutará hasta que Louis vuelva a ser el Louis del que Harry se enamoró.