De alguna forma te metiste en mi piel, como el lirio en mi mente y el jazmín en mi ropa.
Consumiste de mi corazón lo mejor y envenenaste mi alma con tu egoísmo.
Ojalá fuera menos posesivo sobre ti.
Pero lo marchito de mi alma se mezcló con la inocencia de la tuya.
Ojalá fuera menos egoísta para amarte.
Pero lo oscuro de mi ser cubrió la pureza de tu luz.
Te metiste en mi como la daga en la rosa, me hiciste sangrar y el rojo de mis venas se parecía a los pétalos caídos.
Y el filo de tu amor se convirtió en arma y defensa.
Porque fuimos hechos para amarnos.
No de la forma en que se escribe en una novela romántica, sino de la forma real, cruel y sensata de amar.
Porque me hiciste daga y te volviste rosa.
Te mate y me mataste. Te amé y me amaste.
Te deje y me dejaste.
Louis gimotea y suelta un sollozo bajo, en la oscuridad de la habitación, en la soledad de su alma, un auto ilumina una parte del lugar y Louis puede ver el desastre de sangre a su alrededor, hay algo más pero él no quiere verlo, es un fantasma en la habitación, algo que persiste como un ente y que Louis no quiere ver porque le duele, un moretón en su muñeca invade su visión; es totalmente morado con matices verduscos a su alrededor, del tipo que no curan en semanas y que duelen por días, el auto desaparece por el camino y Louis es envuelto de nuevo en la oscuridad, se siente bien la soledad que la oscuridad le proporciona, la intimidad de sus sollozos y el palpitar ralentizánte de su corazón, se siente tan intimo, como verse a sí mismo por primera vez, le asusta lo nueva que su propia alma puede parecerle, un nuevo sollozo se escapa de sus labios y su celular vuelve a timbrar en la maleta que logró sacar a duras penas entre lloriqueos, no quiere contestar, no puede, su omega se enrolla en el dolor y comienza a desmoronarse, no era así como debía pasar, la oscuridad lo envuelve de a poco, como una manta de lo que pudo ser, como un recuerdo, la sangre en sus manos, el dolor en su vientre bajo, los moretones en su mano y cuello, la mordida plateada en su pulso que se desmorona de a poco.
•
Louis está ebrio, siente el espesor del alcohol invadirlo en una neblina pesada, los músculos le duelen y sus ojos se cierran lento, sus labios hormiguean por el vodka y su estómago se encuentra revuelto, siente ganas de vomitar, tantas ganas de vomitar que el inicio de su estómago arde y un ruidito constante lo obliga a acariciar su vientre de vez en cuando; su cabeza da vueltas y el mareo se vuelve cada vez peor, como un millón de veces peor, es temprano aún, lo sabe porque el sol aún no termina de ocultarse y Harry no ha llegado, se suponía que solo bebería una copa, quizá dos pero se volvieron unas cuantas más hasta que la botella se acabo por completo, aún la siente punzante en la mano o quizá sea el vidrio roto lo que se incrusta en su palma, no sabe con exactitud, su mano duele pero su cabeza retumba más y eso es lo que le importa, el dolor de su sien palpitante es peor que el de su mano.
Esta quedándose dormido, su respiración ralentizándose con el paso de los minutos, un nuevo gemido sale de entre sus labios antes de que escuche los pasos, lentos y calmados, las pesadas botas de Harry contra la fría madera del piso, un silbido melodioso que no tiene un fin específico, Louis lo escucha todo a lo lejos, incluso piensa que es solo una ilusión, porque aún es temprano y Harry dijo que volvería tarde, pero el realmente no recuerda cuando fue la última vez que miro hacia la ventana, se siente como si hubiesen sido minutos pero al parecer fueron horas, Louis no se preocupa porque él le dijo especialmente que lo esperara en su habitación, Louis obedeció, lo hizo, se arrastró como pudo hasta el lugar y se tiró perezoso y ebrio en el frío piso que ahora envuelve su sangre como si la madera la absorbiera y los trozo de vidrio, le recuerda al pasado, el desastre de lagrimas y dolor, un dolor que va más allá del físico, Harry abre la puerta en ese instante, el mismo en que Louis se desmaya, quizá por culpa del alcohol o la pérdida de sangre, no alcanza a saberlo, solo siente brazos fuertes como aquella vez y un gruñido preocupado, una sacudida en su interior que no le recuerda a la vez pasada. Un murmullo y negro en todas partes, oscuridad envolviéndolo.
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— Me parece que es más complicado que eso — Louis refunfuña, los copos de nieve envolviéndose en su cabello, su gorro no cubre lo necesario y su flequillo se siente húmedo y desordenado, unos guantes lo protegen del frío que corta a travez de su rostro, Erik lo observa callado y atento como siempre, como si buscara algo, pero Louis nunca puede adivinar que es realmente.
— Me parece que no lo es, simplemente vivirás conmigo ahora, así de sencillo — sus ojos grises como la niebla que abraza las mañanas de Londres, su mano entrelazada con la enguantada de Louis — solo tienes que decirle a tu madre, eres lo suficientemente mayor para eso — el castaño resopla y desvía la mirada, no está concentrado, hace un par de días que no lo está realmente, su omega se retuerce de esa firma extraña otra vez, como si advirtiera un peligro que Louis no ve a simple vista, no logra entender.
— Le diré, pero cuando seas odiado por ella no me culpes a mí, prácticamente le estás arrancando a su bebé de entre los brazos.
— Mío, mi bebé de ahora en adelante — Louis tiene la decencia de ruborizarse, en parte por vergüenza, en parte por el frío de diciembre.
Su omega también se eriza por el frío y por algo más, algo que él no entiende o no siente o no quiere ver, lo describiría meses después.
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Louis despierta incomodo, un brazo alrededor de él, un pecho caliente bajo su mejilla, intenta acomodarse sobre la cama pero se siente caer de ella en el momento en que se empuja un poco más a la derecha, es cuando se da cuenta que no es la cama de Harry ni su habitación, el constante piteo de algo le molesta en la cabeza, su sien palpita y Harry se siente más pesado a su alrededor en la incómoda posición, una mano esta entrelazada con la suya y sus labios entreabiertos le llaman la atención.
La habitación es blanca y neutral en su mayoría, sabe que está en un hospital, no sería la primera vez que está en uno, el suero conectado a su cuerpo le impide más movimiento del que puede querer,así que lo único que alcanza a hacer es apretar la muñeca de Harry; un murmuró y sus ojos verdes lo observan atento, están preocupados y las ojeras bajo sus ojos lo molestan, quiere borrar las marcas negruzcas del níveo tono de Harry.
— ¿Qué pasó? — Harry frunce el ceño y se levanta sin decir nada, lo observa una última vez y sale de la habitación, es toda la reacción que obtiene de su parte, no palabras, no un beso o un mimo, de alguna forma el pitido constante ya no se siente molesto, de hecho ayuda a rellenar los huecos que el silencio de Harry dejó.
Niall es el primero en visitarlo, su sonrisa amable le hace a Louis sentir mucho peor de lo que desea, el tipo de sonrisa que le obsequias a alguien cuando quieres que se sienta mal, sin intención de ello obviamente. Su omega se retuerce porque no es a él a quien desea ver, pero Harry solo entro dos veces más en la habitación y en ambas ocaciones solo se limitó a mirarlo y no responder a sus preguntas, su mano le punza de vez en cuando pero la venda ayuda un poco a mitigar el dolor que sentiría si la sangre corriera de forma totalmente libre.
— Esta molesto, mucho, casi muero cuando entre aquí, es como ver a un perro rabioso — ambos sonríen cómplices y Louis muerde su labio después de eso, sintiéndose tal vez más culpable — está molesto porque te heriste, lo heriste, no sabe cómo manejarlo.
— No sé cómo podría arreglar tal cosa — el castaño confiesa con pena, aparentemente ha sido peor de lo que pensó, peor de cómo se sintió.
— No podrás, recuerdo la última vez que se colocó así, duro días sin hablar con nadie, siempre es peor, no maneja bien las emociones, las que realmente te tiran.
— Somos dos en tal caso — Louis murmura distraídamente, él sabe que nunca fíe particularmente bueno en eso.
— Dale tiempo, estará mejor un día de estos, más pronto de lo que piensas, esta preocupado, lo sé, le diré que estás mejor.
— Gracias — es todo lo que Louis alcanza a decir antes de que Niall le sonría y saga del lugar.
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Intercambio
FanfictionDonde Louis un omega estudiante de artes va de intercambio a Rusia donde se quedara en la casa de la amable familia Styles, quienes tienen un hijo llamado Harry estudiante de ultimo año de leyes; un alfa que no controla su mal humor ni sus hormonas.