Intercambio

XXVIII

Louis se encuentra sentado en la orilla del arenero, sus brazos cruzados sobre sus rodillas las cuales están cerca de su pecho, Heira corre detrás de una pequeña de cabello rubio y enormes ojos grises, la pequeña ríe ruidosamente y el rizado la acompaña en la carcajada de felicidad, Louis sonríe desde su lugar observando con ojos agotados pero amorosos a su hijo.

- Se parece a ti - el castaño brinca un poco en su lugar y se gira hacia la alta silueta que se encuentra parada a su lado, Harry lleva un abrigo negro largo que le cubre casi hasta las rodillas y porta su normal aura de de autoridad como un buen alfa, su cabello está algo despeinado por el viento y sus mejillas se encuentra algo rojizas por el frío pese a la bufanda gris que está enredada en su cuello, Louis se siente aún más pequeño a su lado y su omega se enrolla suavemente enviando una oleada discreta de su olor a jazmín - ¿Puedo? - el rizado señala el espacio y Louis asiente no muy seguro de poder aceptar con palabras, Harry se sienta a su lado con más clase de la que es posible y estira sus largas piernas dentro del arenero, Heira lo observa y lo saluda fugazmente antes de volver su atención a la pequeña rubia quien le está hablando.

- ¿Como supiste que estábamos aquí? - Louis frunce el ceño y se abraza más a sí mismo, no esta seguro si es para protegerse de Harry o si es para evitar que su omega se tire sobre aquel cálido cuerpo y se acurruque contra el costado del rizado.

- Ashton me dijo, fui a buscarte a tu departamento pero no estabas y Ashton me dijo que podrías estar aquí - Harry se encoge de hombros y desvía su mirada a su hijo quien ahora esta acostado sobre la arena mientras toma la mano de la pequeña, ambos estirados y completamente cómodos sobre la arena.

- ¿Desde cuando eres amigo de Ashton? - Louis lo señala con un dedo y entrecierra sus ojos - no se que estés tramando pero no lo hagas, te dejaré ver a Heira todo lo que quieras, incluso dejaré que lo lleves contigo a Rusia por un tiempo pero por favor no me lo quites - la seguridad de Louis comienza a desvanecerse de a poco y Harry lo observa con preocupación antes de negar.

- ¿Por qué piensas que quiero quitarte a Heira? ¿Tan malo crees que me he vuelto? - el rizado toma la pequeña y fría mano de Louis entre la suya más grande y calida, la acerca a su pecho antes de comenzar a hablar - ni siquiera me diste la oportunidad de conocerlo, no estuve ahí cuando dio sus primeros pasos ni cuando dijo su primer palabra, no estuve cuando lo cargaste por primera vez en brazos o cuando se enfermo - Louis retira su mano cuidadosamente y se levanta antes de llamar a Heira - solo te pido una oportunidad, no te estoy pidiendo que me expliques, solo quiero estar con Heira y contigo como debió ser desde un principio - el castaño toma a su hijo en brazos y niega.

- No puedo... No puedo hacerlo, si tú no me lo quitas él lo hará y eso es mil veces peor, por favor, puedes ver a Heira todo lo que quieras pero no me pidas que vuelva contigo, no puedo - Harry se levanta rápidamente y lo toma de la mano antes de que Louis pueda dar un paso más, Heira se remueve intentando alejar la mano de Harry.

- No quiero, no me importa quien te hizo daño, lo encontraré y lo destruire, me encargaré de que ambos estén a salvo y no dejaré que nada los dañe o los aleje de mi nunca más - Louis suelta un sollozo y esta a punto de sacudirse la mano de Harry cuando su hijo gruñe y patea al rizado en el rostro, el castaño suelta una exclamación de sorpresa y Harry siente algo líquido y caliente deslizarse cerca de su ceja.

- ¡Lo siento! Oh dios, Heira tenía meses sin golpear a alguien, de verdad lo siento - Louis intenta limpiar la sangre del rostro de Harry pero el ojiverde toma su mano y niega.

- Vamos a mi casa, puedes ayudarme a limpiarlo ahí, no esta muy lejos de aquí - el castaño no opone resistencia y murmura palabras de regaño hacia el pequeño quien solo hace pucheros y se cruza de brazos.