Té Inglés

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Iba de la mano caminando junto a Abraham en una plaza comercial, le pedí a mi madre que me dejara salir con él un rato para poder celebrar nuestro aniversario, además de nuestra graduación.

-¿Qué quieres hacer?-pregunte.

-Sólo estar contigo- dijo mientras me abrazaba por el cuello.

Comencé a reír por la ternura de Abraham, pero mis ojos lograron ver una tienda con fachada rosa justo enfrente de nosotros, "Dulces Besos".

-¿Alonso, qué estáis viendo?- dijo el español mientras soltaba nuestro agarre y dirigía su mirada hacia el local.

Tenia que ser un sueño, desde que descubrí que mi Chef Favorita, Paulina Abascal, abrió una pequeña cafetería, me prometí que algún día iría, pero nunca tuve tiempo por la escuela.

-Ella es tu Chef favorita, ¿no?- pregunto el español.

Solo pude asentir mientras seguía observando el local, atreves de un cristal rectangular podía verse una parte del interior de la tienda, galletas, pasteles y miles de dulces que jamás había visto, decoraban todas los aparadores. Cuando menos me di cuenta Abraham ya estaba abriendo la puerta para entrar al establecimiento, lo seguí y una pequeña chica de cabello castaño nos regaló una gran sonrisa, tenia puesta una filipina rosa pastel.

-Bienvenidos a Dulces Besos, ¿En qué puedo ayudarles?- dijo aquella chica.

-¿Tenéis algo para graduaciones?- pregunto el español.

Yo seguí maravillado por la gran gama de colores en todos los dulces sobre vitrinas y aparadores.

-¡Claro!, permíteme un segundo- dijo la castaña mientras caminaba al otro lado del mostrador y desaparecía por una pequeña puerta.

-Alonso, ¿debería estar celoso porque pones mas cara de enamorado por la tienda que por mi?

Reí por aquel comentario y volví a abrazar al español.

-Tal vez, incluso la chica es linda- dije divertido.

-Muy gracioso Villalpando.

La chica salio de su escondite con un Platón lleno de postres con temática de graduación, cupcake, macaron, galletas, cakepops y minipasteles.

-Elige uno, será mi obsequio porque sos el novio con mejor promedio de la generación de Repostería.

Abraham era el chicos mas dulce del universo, estoy seguro.

-¿Eres Repostero?- pregunto aquella castaña interrumpiendo nuestro momento de enamorados.

-Si, ambos- dije con una sonrisa de vergüenza.

-¿No les interesaría trabajar aquí?, Justo la Chef Paulina busca uno para esta sucursal.

-Eso seria genial, seria el trabajo de tus sueños - dijo Alegre el español.

-Pe-pero...

-Alonso, es una oportunidad única, esta Chef la has admirado desde los 6 años.

Abraham tenia razón, trabajar aquí seria un sueño hecho realidad.

-Lo haré.

La castaña y mi novio sonrieron y compartieron miradas como cómplices.

-Le llamaré a la Chef Paulina para que venga a hacerte la entrevista.

Gracias a Abraham ahora tendría el trabajo de mis sueños y crecía mi necesidad de pasar todos mis días a su lado.

Recetas para un mal de Amores.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora