Recetas para un mal de Amores.

Victoria Sponge Cake

Dedicado: A todessss (lol) los que siguen leyendo esta historia, nuevos o viejos lectores, todos son super apreciados, pronto tendremos un fin para esta historia, sólo unos capítulos más, pero estoy seguro que seguirán muriendo de antojos, JAJAJA, lov u <3 

PD. Hace un tiempo una chica me había mencionado en su historia, porque conoció "Dulces Besos" y fangirlie, jajaja, quería leer su historia pero perdí la notificación y no recuerdo quién era, si eres tu, manifiestate! jajaja, 

¡Lo dije, por fin lo dije! Pero creo que Alonso esta un poco incomodo.

-Con esto no quiero obligarte a - osea pedirte que tu y yo... nada, yo sólo quería ser honesto con mis sentimientos y ... y que supieras que 

-Yo gané el concurso...

Alonso me había interrumpido, parecía triste de darme esta noticia.

-Pero eso es bueno,no?

Una corta negación con su cabeza me alertaba que algo no estaba bien.

¡Apreciables clientes, como parte de nuestro programa en apoyo a los músicos independientes, "Música para recordar", queremos presentarles a Madame Recamier, una talentosa Mexicana que hoy nos compartirá un poco de su talento, demosle un fuerte aplauso aquí en la cafetería de la sirena verde.

La alegre barista parecía más emocionada por la artista que cualquiera en el pequeño local.

-Que onda, espero todos estén pasando un buen momento, una buena compañía y un buen café, esto se llama "Te regalo", ojalá les guste. 

[Reproducir videoclip] 

-No quiero que mis sentimientos sean el motivo por el cuál estés incomodo, no te estoy pidiendo corresponderlos, sólo quería ser sincero conmigo y contigo, fue difícil aceptarlo pero entendí que me enamoré de ti por el como me haces sentir no porque seas un chico.

Podía ver sorpresa en la mirada del rubio, la música de fondo no me estaba ayudando mucho...

-El premio del concurso...

Unos segundos de miradas entrelazadas fueron interrumpidas por su voz.

-El premio del concurso es una estadía, estaré como asistente de los Chefs.

-¡Eso es increíble!- estaba emocionado por él, su meta estaba cumpliéndose. 

Un ligero asentir por arte del rubio acompañado de una sonrisa triste, el corazón me decía que algo estaba demasiado mal.

-Jos, sobre tu... sobre lo que me dijiste...

-Yo no quiero que te sientas obligado a corresponderme, en verdad, yo sólo quería... no sé que supieras, ya sabes, que estuvieras al tanto, pero no quiero que nada cambie entre nosotros, me gusta como estamos ahorita, a pesar de no pasar tanto tiempo juntos como antes, puedo acoplarme, podríamos seguir teniendo nuestras noches de cine cuando salgas de trabajar, pronto estrenarán una película sobre el Grinch, sé que amas la navidad así que podríamos verla cuando regresemos a México y ...

-No voy a volver a México.

El rubio interrumpió mi divagación con apenas un susurro, quedé congelado.

-¿Qué?- dije casi sin aliento, quería engañarme pensando que escuche mal.

Su mirada baja estaba preocupándome, un pequeño sollozo hizo alertarme al instante.

-¿Alón qué pasa?- dije mientras me ponía de pie y me acercaba a él.

-No voy a volver, mi estadía es en París junto a Torreblanca.

Inconscientemente me acerque a abrazarlo, acariciar su caballera rubia, despacio, intentado calmar sus sollozos. 

La chica finalizo de cantar y todos parecían muy emotivos, pude ver algunas miradas hacia nosotros, parecían enternecidos con la escena, incluso la cantante.

-Es que yo...

-¿Dijo que sí?- se acerco a preguntar la barista, llena de emoción.

Tarde unos segundos en entender lo que pasaba; la posición en la que estaba, él llorando, después tenerlo en mis brazos, canción romántica de fondo, un cliché de película romántica, creen que le propuse matrimonio. 

-Alón creo que deberíamos salir de aquí todos nos están viendo, ellos creen que tu y yo nos...

-¿Qué? dijo alejando su rostro de mi pecho para mostrar esos azules enrojecidos por las lagrimas. 

-¡Dile que sí! - gritaron desde una mesa en la esquina.

Alonso parecía confundido para después entender la situación, una gran carcajada salio de su boca, lagrimas volvían a aparecer pero esta vez estaba sonriendo. La gente en la cafetería comenzó a celebrar, la barista traía una rebanada de pastel de chocolate, su sonrisa era demasiado entusiasta.

-¡En hora buena, love wins!