Cheesecake (Horneado) con Fresas

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-Pollito...-dijo desde la puerta Abraham.

Juro que casi caigo sobre mis pies, verlo de nuevo, parecía un sueño, esa sonrisa, esa mirada...

-¿Podemos hablar Pollito?- pregunto esta vez acercándose más hacia mi.

-Esta muy ocupado, tiene que dar otra clase, ¿verdad?- interrumpió Jos.

No podía dejar de mirarlo, quería tocar su rostro, asegurarme que en verdad estaba aquí, que mi mente no estaba jugando conmigo.

-No te preocupes por eso, la Chef Paulina vendrá a reemplazarte, ya he hablado con ella - respondió el español.

Una voz interna me decía "No lo hagas", pero el latir de mi corazón se estaba acelerando, me estaba esforzando demasiado por no abrazarlo, volver a tenerlo tan cerca, mi mente se estaba llenando de recuerdo, todos los buenos momentos, todos nuestros besos, todos...

-¡Alonso!- grito el ojimiel.

Mi mente se despejo, no podía dejarme llevar, mire el ojimiel, él tenía su mirada fija en mi, parecía advertirme algo y sabía bien qué era.

-Sólo cinco minutos- dije serio mientras tomaba mis cosas del escritorio, di una ligera sonrisa hacia Jos, para que supiera que estaría bien.

Salí del salón junto con el español, caminamos hacia el estacionamiento, Abraham quería mostrarme una cafetería que descubrió hace unos días. Al llegar, él bajo primero y dio la vuelta al auto para poder abrirme la puerta, siempre fue un chico muy caballeroso, mi corazón se enternecía por el gesto y al mismo tiempo regresaba a mi mente, el recuerdo más cursi, nuestra primera cita, entramos a la pequeña cafetería, era realmente acogedora, rustica y con un pequeño toque romántico, nos acercamos a una mesa y tomamos asiento, una chica se acerco a nosotros ofreciéndonos su pequeño menú.

-Para mí, una soda de melón y para mi guapo acompañante una malteada de vainilla, por favor- dijo el español acompañado de una sonrisa.

La chica anoto lo que dijo Abraham y se retiro en dirección a la cocina, mientras, Abraham y yo intercambiamos miradas, no sabía que pensar, quería intentar descifrar el por qué esta buscándome.

-Esta Cafetería es increíble, nunca había podido encontrar mi soda favorita en México, por cierto, ¿Te había dicho que de rubio me pareces aun más lindo?

Pude sentir mi cara arder de pena, fue muy sorpresivo su cumplido, cuando estábamos juntos nunca menciono nada sobre mi teñida melena, mi corazón necesitaba una respuesta, tenía que armarme de valor.

-¿Por qué volviste Abraham?

La sonrisa de Abraham desapareció al escuchar mi pregunta, la chica de hace unos minutos regreso con nuestras bebidas, ambos susurramos un pequeño "gracias" y la chica nos volvió a dejar solos, antes de que el español pudiera decir algo, una canción comenzó a escucharse por todo el local, se vio sorprendido al escuchar aquellas notas, pero después otra sonrisa apareció en su rostro, incluso pude ver que sus ojos comenzaban a cristalizar.

-Sé que lo que hice no estuvo bien, cuando regrese a España para hablar con mis padres, pensé que eramos muy jóvenes para comprometernos, tu fuiste mi primer novio, no conocía otros labios que no fueran los tuyos y eso me hizo creer que tal vez no estábamos listos para tomar esa decisión... Desde que fui a tu departamento a devolverte el anillo de compromiso, no he dejado de extrañarte, termine con Alex a los dos días e intente distraerme con los negocios de mis padres pero siempre estas en mi mente, no importa cuanto intentará alejarme, mi corazón pedía verte otra vez y...- el español puso su mano sobre la mía - y hacerte saber que te amo y no quiero estar con nadie que no seas vos.

...


N/A: Hola!, lamento si he tardado en actualizar "Recetas para un mal de Amores", pero he estado ocupado con la "precuela", una muy cursi historia de amor AlonsoxAbraham, pero tengo un gran problema, no sé cómo titularla, ¿ustedes qué nombre le pondrían?

PD. Si quieren dedicatoria, no duden en pedirla!



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