Recetas para un mal de Amores.

Cupcake de Globo de Nieve

No mentiré, era una guitarra hermosa, en la etiqueta venia la información, acústica, marca Martin and Co., hecha en USA, DR (palo de rosa), precio... 

-¿¡QUÉ!?- Grite al leer la cifra de venta por la guitarra, esta muy, pero muy fuera de mi presupuesto.

-¿Te pasa algo Alón?- pregunto Jos, quien dejo de admirar la guitarra debido a mi grito. 

.-No es nada, pensé haber visto una araña- dije intentando disimular mi asombro.

Jos devolvió su vista a la guitarra, en verdad estaba fascinado por ella.

-¿Te gusta esta guitarra?- pregunte, intentando mostrar mis dotes de actuación.

-Es hermosa, mi mamá tenia una muy parecida- respondio sin dejar de observar el instrumento acústico.

-¿No sabía que tu mamá tocará la guitarra.

-Fue cuando era adolescente, después se enamoro de mi papá y dejo la música de lado para enfocarse en sus estudios - dijo haciendo un gesto burlón mientras contaba lo último - cuando regresaba del jardín de niños, ella me llevaba a su estudio y sacaba su guitarra para cantar y hacer olvidar de todos esos niños molestos... 

Los ojos mieles se notaban brillantes, como si estuviera reviviendo aquella escena. 

-¿Por qué te molestaban? 

-Mis cejas siempre han sido envidia de muchos- respondió con otro gesto burlón en su rostro. 

Reí debido a su graciosa mueca, era muy lindo verlo comportarse como un niño pequeño, esa guitarra en verdad significaría mucho para él... 

-¡Voy a comprarla!- exclamo seguro de su decisión y a punto de entrar a la tienda.

El pánico llegaba a mí, necesitaba detenerlo o no tendría un regalo navideño para Jos.

-¡Espera!- dije mientras tomaba la manga de su chamarra para detenerlo- tal vez deberías comprarla después, ya sabes, ahorita hay mucha gente formada, las tiendas suben mucho los precios y eso- era la única excusa que vino a mi mente, rezaba internamente ara que funcionará. 

 -Tal vez... sí, creo que mejor vengo otro día, de verdad hay mucha gente ahí dentro- dijo el ojimiel después de ver la larga fila de clientes esperando a pagar sus productos. 

-¿Que te parece si tomamos un chocolate caliente?, yo invito - dije alegre, ahora que sabia que Jos queria esa guitarra, estaba dispuesto a atrasarme con el pago de la luz, la renta, el teléfono, incluso tendría que comer atún enlatado o alguna sopa instantánea, todo con tal de ser yo quién le regale esa guitarra y pueda dedicarme una de sus hermosas sonrisas. 

N/A: ¡Hola, volví!, después de muuuuuuuuuucho tiempo, continuo con esta historia, así que esperen más capítulos seguido. 

PD. Si tiene curiosidad, el recio de la guitarra es de $23,000 pesos mexicanos, algo así como 1,140 dolares. Las guitarras de palo de rosa son costosas, por eso la gran preocupación de Alonso.