Capítulo 5:
- Hoy pasaré la noche sola y… - el arqueó una ceja – el hombre de la plaza puede venir por mi
Liam guardó silencio y yo me sentí tan estúpida por lo que había dicho. No sé por qué intento seducirlo si ni siquiera estoy lista para… bueno, ustedes ya saben.
Me miraba fijo, sus ojos me vuelven loca. Yo seguramente tendría una sonrisa pintada en la cara.
Al no notar reacción alguna de él, me acerqué a su oído.
- Estaré bien – susurré y sentí como él se tensaba
No dijo nada y yo besé su mejilla, muy cerca de su comisura izquierda, sentí como se estremecía y se tensaba aun más. Me separé y lo miré a los ojos unos segundos. Abrió la puerta lentamente, suspiró y salió por la misma. Cerré la puerta y me apoyé contra esta con mi cara de tonta total.
Subí a mi cuarto y me tiré pesadamente en la cama, recapitulé todo lo sucedido; era impresionante como me perdía en sus chocolatosos ojos, como su boca se movía al compás y como su aun desconocido cuerpo me tensaba cada vez que estaba cerca. ¿Qué manjar se encontrará debajo de toda esa ropa?
Cerré los ojos y me quedé dormida, pero durante mis sueños, sentí una brisa fría. En ningún momento pensé en abrir los ojos para ver de dónde venía, ya que la misma desapareció. Me movía mucho, me sentía rara, sentía como si alguien estuviera cerca de mí. Me sentía como, cuando estás en un pasillo oscuro y piensas que hay alguien detrás de ti que quiere matarte, que hace que se te acelere mucho el corazón. Abrí un poco los ojos y miré el espejo, detrás de mí había una figura. El corazón me comenzó a palpitar a mil por segundo.
- ¿Quién está ahí? – pregunté, estaba inmóvil, casi.
- Soy yo,_____, Liam – dijo aquella voz grabe
Respiré hondo y volteé.
- Casi me matas – reproché - ¿Qué haces aquí?
- Exageras. – afirmó - Me aseguraba de que el hombre de la plaza no viniera – contestó
- Ya veo – dije recorriéndolo con la mirada - ¿y cómo entraste?
- Pones mal el seguro de la ventana, cualquier ladrón podría haber entrado tranquilamente – respondió
- Lo tendré en cuenta – aseguré - ¿Y a dónde fuiste?
- Me junté con unos amigos – dijo algo nervioso, pero de manera convincente.
- ¿A estas horas? – pregunté alzando una ceja
Liam asintió.
- Si tú lo dices… - susurré - ¿Por qué no te pones más cómodo? No quiero que mi invitado se quede allí parado
Liam me miró y se sentó en la silla de mi escritorio, yo lo miré fulminante, lo que tenía en mente no era exactamente eso.
- No hablaba de eso, Liam – dije en tono frustrante
- Lo sé – afirmó
- ¿Eres fóbico a las mujeres o algo así? – pregunté
- No, claro que no – contestó
- Entonces por qué no duermes conmigo – sonreí
- Estoy cómodo aquí – contestó
- Pero aquí estarás más cómodo, te lo aseguro – sonreí
- No, gracias – contestó seco y miró la ventana
- Como quieras – dije, ya ofendida y me acomodé dándole la espalda para volver a dormir.
Cualquier intento de acercarme a él es en vano, solo me queda ignorarlo.
Desperté por los rayos del Sol, me senté en la cama y aclaré mi vista, miré la silla y él no estaba. Bajé a desayunar y mi hermano, por lo que veo, aun no llegó. Tomé mi desayuno, subí, me duché, me maquillé un poco, no era necesario tanto ya que mi mejilla estaba más sana y me vestí http://www.polyvore.com/cgi/set?.locale=es&id=58939560
Bajé y encontré a mi hermano recién entrando.
- ¡Steve! – exclamé y corría abrazarlo
- Hola hermanita – dijo riendo
- No te preguntaré como la pasaste porque imagino que de maravilla – dije moviendo mis cejas y él rió
- La pase muy bien – admitió
- ¿Te cuidaste, cierto? – pregunté
- Si, tontita – rió
- ¿Y cuando me la presentarás? – pregunté
- Quizá en un tiempo – dijo – ahora me voy a bañar, ¿tu, sales?
- Si, iré a casa de Louis a hacer un trabajo – sonreí
- Está bien – dijo - ¿Necesitas dinero?
- No lo sé – contesté
- Toma un poco – dijo, sacó su billetera y me entrego dinero – cuídate
- Lo haré – dije y besé su mejilla.
Caminaba por la plaza, cuando de lejos volví a ver a ese hombre, sentado en la misma banca, me llamó mucho la atención, pero lo qua más me sorprendió fue ver a un chico, muy parecido a Liam, que se paraba en frente del hombre y le decía un par de cosas.
Esta vez no sería yo la que trate de llamar la atención de Liam, pasé en frente de ellos y Liam me miró con una mezcla de sorpresa y nerviosismo. Yo continué mi camino hasta la casa de Louis, si Liam me seguía, quizá se ponga celoso, y eso sería punto mío.
De todas formas, tenía que ir a la casa de Louis para hacer un trabajo, Eleanor aun seguía en fiebre y estaba muy cansada como para hacer el trabajo, era un grupo de tres, Louis y yo lo haríamos y lo pondríamos, también, a nombre de Eleanor.
Toqué el timbre y al cabo de unos segundos, me encontré al hermano de Louis, 2 años menor que él, pero parecía de su misma edad.
- Hola Matt – sonreí
- ____, ¿Cómo estás? - preguntó y besó mi mejilla
- Bien, ¿y tú? – sonreí otra vez
- Bien, ¿vienes a ver a mi hermano? – preguntó y yo asentí
- Tenemos que hacer un trabajo – dije
- Bien, pasa – dijo e hiso lugar para que pasara - está en su cuarto, ya sabes dónde es
- Genial – dije y me dirigí a su cuarto
Abrí la puerta y el estaba escuchando música y jugando con su computadora. Apagué el stereo y él volteó a verme.
- Tenemos que hacer un trabajo - lo señalé con el dedo índice, en forma amenazante.
Lou no se quejó y comenzamos el trabajo, almorcé en su casa y luego él me acompañó hasta la mía.
- Llegué, hermanito – grité cuando abrí la puerta
- Entendido – respondió, también gritando
Subí a mi cuarto y me llevé una gran sorpresa.