Capítulo 37:
Abrí lentamente mis ojos y miré más arriba de mí. Estaba profundamente dormido. Miré el reloj, mi hermano llegaría pronto.
- Liam – dije y lo moví un poco.
- ¿Qué? – preguntó con voz ronca.
- Será mejor que te vayas, mi hermano llegará en unos minutos.
- Bien – dijo.
- ¿Estarás aquí esta noche? – preguntó – pero no digas en voz alta a donde irás dímelo al oído.
- ¿Por qué?
- Solo hazlo – dijo.
- Iré a cenar con Steve y su novia – le dije al oído.
- Estaré vigilando – dijo y se acercó a la ventana.
Con un ágil movimiento, trepó el árbol que estaba al lado de mi ventana y bajó.
Yo, por mi parte, me bañé y cuando salí me acerqué a mi mesita de luz, había una nota en ella. ¿Liam? Pensé.
“Cada vez queda menos, ______. Atentamente; X”
Sentí miedo, pero intenté quitarme todo eso de la cabeza, todo ese miedo. Hoy debo estar concentrada en mi hermano y su novia. Me sequé el pelo y me cambié http://www.polyvore.com/jennifer_steve/set?id=68065262 .
- ¿Lista hermanita? – preguntó Steve entrando a mi cuarto.
- Si – sonreí.
- Bien, porque Jenni ya está aquí.
Bajamos y nos dirigimos al living donde ella estaba sentada. Era una hermosa rubia, contextura delgada y buen gusto de la moda, era una muñeca de ojos marrones pero hermosos y sonrisa perfecta.
- Jenni, ella es mi hermana, _____ - dijo y ella se acercó.
- Es un placer pequeña, soy Jennifer Clavis – sonrió.
- Un gusto, Jennifer – sonreí también.
- Oh, por favor, llámame Jenni.
Asentí y sonreí.
- Bien chicas, vayámonos o se nos hará tarde – dijo mi hermano y fuimos hasta el garaje.
Mi hermano arrancó y pronto llegamos al restaurante, durante el viaje hablamos mucho con Jenni, acerca de nuestros intereses.
Mi hermano le pidió al hombre encargado del restaurante que nos guiara a nuestras mesas y así fue. Poco tiempo después pedimos lo que cada uno quería.
- Cuéntenme acerca de ustedes – sonreí.
Ellos estaban sentados uno al lado del otro, yo me encontraba en frente de ellos.
- Uhm, estamos hace varios meses – dijo ella.
- ¿Y tienen pensado tener hijos? – pregunté muy directa.
Steve se atragantó con lo que estaba tomando y Jennifer tuvo que golpearlo unas veces en la espalda para que deje de toser.
- Creo que es muy pronto aún hermanita – dijo él, al recuperarse.
- Ya veo – dije yo.
Al no haber tema a conversar, comencé a ver a mi alrededor, quería asegurarme de que ese tal “X” no estuviera cerca. Pero no me encontré con él, sino que mi mirada se cruzó con otra. Esa mirada también estaba viéndome.
- Discúlpenme un segundo – dije y me dirigí hasta él.
- ¿Qué haces aquí? – pregunté.
- Dije que iba a vigilarte – contestó.
- Pero estoy con mi hermano.
- ¿Y qué?
- Estoy protegida
- Já, lo dudo
Entrecerré los ojos.
- ¿Puedes irte?
- ¿Por qué? ¿Te molesto, _____? – preguntó y luego bebió un sorbo de su vino.
Sentí que mi estómago se revolvía. Apoyé mi mano en mi vientre. Di algunas ahorcadas.
- ¿Te sientes bien? – preguntó Liam.
- No – respondí como pude y corrí al baño de chicas.
Mi hermano me vio pasar y me gritó pero lo ignoré. Entré al baño de mujeres y largué todo. Al parecer a Liam le importó poco que sea el baño de mujeres porque entró y me esperó fuera del retrete.
- ¿Te sientes bien? – preguntó algo desesperado.
- No mucho – dije y volví a vomitar.
- Oiga, ¿qué hace usted aquí? Es el baño de damas – dijo una mujer.
- Lo lamento, no soy un mirón, solo acompaño a mi… novia que no se siente muy bien – dijo él en un tono dulce.
¿Novia? ¿Me llamó novia?
- Oh, está bien querido – dijo la mujer.
Yo salí del baño.
- ¿Qué pasó?
- Se me revolvió un poco el estómago – contesté.
Jennifer entró al baño.
- ¿Estás bien, ______? – preguntó.
- Ya estoy mejor – sonreí – déjenme presentarlos, él es Liam, Liam, ella es Jennifer, la novia de mi hermano.
- Es un placer – dijo él y beso su mejilla.
- Igualmente Liam – sonrió ella – ¿viniste con alguien?
- Si – respondí yo por él.
Él me miró extraño. La verdad es que yo no podía dejar que se siente con nosotros porque a mi hermano le había contado de él y nuestra noche tan mágica y hermosa.
- Jenni, vuelve con Steve, ahora voy para allá – le dije.
- Bien – dijo ella y se fue.
- ¿Por qué le mentiste? – preguntó Liam.