Los Gemelos Doblas

Capítulo 13. -Respuestas.

-Escucha antes de que me cuelgues por favor. -Se apresuró a pedir Mangel a través de la línea.

-Por algo te contesté ¿No?, rápido Mangel, di lo que vayas a decir, no tengo todo el día. -Dijo cortante y con Irina mirándolo aguantando la risa al verlo actuar tan digno.

Mangel se puso un poco nervioso y no tuvo oportunidad suficiente para ordenar sus palabras.

-Perdóname, sé que debí mencionarte que estaba hablando con él. -Rubén decidió guardar silencio mientras él hablaba. -Es que creo que si me preocupaba que te pusieras así. -Se explicó.

-Qué cosas ¿No? Mala suerte, será ¿Eso es todo? -Dijo sin importarle un ápice lo que acababa de decir Mangel. Estaba molesto.

Irina estaba viéndolo preocupada. Aunque Rubén se viese fuerte, sabía que le costaba demasiado tratar así a su mejor amigo.

-No, en realidad te llamo a ver si quieres salir a hacer algo, ya sabes, como antes. -Dijo el andaluz, preocupado de lo que pudiera responderle el castaño.

-Hmm... -Rubén pensó unos segundos. -No lo creo, estoy muy ocupado en este momento ¿Por qué no te entretienes con tu amigo online? -Dijo en tono burlón y celoso.

-Rubén, por favor.

-Rubius para ti. Rubén sólo me llaman mis amigos cercanos y mi familia. -Esto fue directo al pecho del pelinegro, quién se quedó sin palabras por unos momentos.

Irina lo miraba negando con la cabeza, como si no pudiera creer que alguien tan bueno y agradable como Rubén hubiese dicho algo tan duro.

-Bien, Rubius. -Se corrigió. -Pero voy a estar aquí si cambias de opinión, no tengo ganas de ir con nadie más. -Confesó e hizo sentir un poco mal al castaño.

Rubén cerró los ojos con fuerza y se negó rotundamente a ser compasivo con él. No se lo merecía, sólo hacía eso para que todo se arregle de una vez. Pero no iba a ser tan fácil como una salida.

-Me parece muy triste, de verdad. De seguro Cheeto querría salir contigo. No tengo tiempo. -Añadió de la misma manera seca en que había hablado anteriormente, queriendo dentro de sí que Mangel se sintiera tan mal como lo hizo sentir a él.

-Cuando tengas tiempo, está bien, estaré libre, sólo tienes que llam... -Se apresuró a decir el andaluz pero Rubén lo interrumpió antes de terminar.

-No estás entendiendo, no tengo tiempo para ti. Ni ahora ni más tarde. -Se explicó. -Simplemente no quiero verte la cara ni tenerte cerca. Confórmate con que te conteste esta llamada.

-Yo sé que si quieres ¿Por qué estás siendo tan duro? Yo sólo quiero resolver el problema. -Insistió Mangel. -Vas a ver que todo esto va a pasar, podemos ir a los lugares que quieras y vamos a volver a los viejos tiempos, a nuestros tiempos.