Capítulo 8. -La llamada.

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En España, cuando Rubén despertó tarde, vio que Mangel no estaba en su cama y pensó que tal vez había ido a comer algo.

-Eres un gordo, Mangel. -Se dijo para sí, aunque sabía que no lo escuchaba. Se levantó del colchón y sin siquiera calzarse salió a la sala de estar donde Cheeto molestaba a Mangel.

-Sabes que a él no le va a gustar esto. -Dijo Cheeto subido a un mueble con el celular de Mangel en alto.

-¿Por qué dices eso? -Preguntó Mangel algo nervioso rascando su nuca.

-Sabes porqué, esta ha sido la razón por la cuál has rechazado jugar con nosotros ¿Verdad? Prefieres jugar con él. -Continuó el de barba más espesa.

-No es eso, es que... -Quiso decir el de lentes, pero Rubén lo interrumpió.

-¿Qué pasa? -Preguntó Rubén ignorante de todo, pero aún le parecía divertido ver como Cheeto no dejaba alcanzar el celular a Mangel.

-Por Dios, Rubius, bien podrías haberte puesto pantalones. -Comentó Mangel al ver a su amigo en ropa interior y éste se encogió de hombros.

-Averigualo tú mismo. -Dijo el que se encontraba subido en el sofá aventándole el celular de Mangel por el aire.

El de lentes intentó atraparlo, más por la preocupación de que se cayera y la pantalla se rompiera en un montón de caros pedacitos. Para la suerte o la desgracia de él, Rubén logró atrapar el celular perfectamente.

-¿Qué es esto? -Preguntó Rubén viendo la bandeja de entrada de los mensajes del celular de Mangel hasta el tope con un sólo nombre: R.A.

-Es una tontería, son conversaciones con un amigo ¿De acuerdo? -Aclaró Mangel e intentó tomar el celular, pero Rubén tomó ventaja de su altura y no lo dejó. 

-Déjame ver, parece interesante. -Abrió el primer mensaje que consiguió al azar y empezó a leerlo en voz alta.

"Gracias por quedarte conmigo, aunque sea por mensajes, aún estoy muy resfriado. Pero no creo que haya sido lindo dejar que tus amigos se fueran sólos para jugar conmigo." -R.A

Rubén alzó las cejas y dirigió la mirada hacia él.

-Vaya, es decir que ese día simplemente no quisiste salir con nosotros. -Cualquiera podría decir que bromeaba, pero no, por alguna razón esto dejó de parecerle gracioso a Rubén, sobre todo al leer el próximo mensaje.

"¡Me encanta la idea de que vengas! No sabes cuanto quiero conocerte. Vas a conocer el frío de Noruega, del que tanto te he hablado"-R.A

-Así que es de Noruega... -Asintió analizando las cosas. -Me pregunto dónde habré oído eso antes. -Comentó sarcástico.

-No digas tonterías. Sólo es un amigo, no estoy intentando reemplazarte ni nada. -Se justificó el andaluz.

-Claro que no, yo te he pedido miles de veces que me acompañes a Noruega y nunca aceptaste. Siempre ponías excusas. -Agregó Rubén. -A él lo conoces ¿Hace cuánto Mangel?

Los Gemelos DoblasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora