5. Decisión.

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Niall.

La tarde del día siguiente es bastante tranquila y llevadera. A pesar de que quería salir corriendo como un maniático hacia el hospital donde Abby está, logré resistirme y quedarme en el apartamento de Louis, a la espera de que mi buen amigo despertara para comenzar el día.

Luego de desayunar, Harry llegó por nosotros. No le pareció mucho la idea al saber que Apolo nos acompañaría, pero no le quedó otra opción. Por supuesto que yo no iba a dejar a mi enano solo por más tiempo.

Así que pronto nos fuimos en su auto, aunque Harry no paraba de renegar que Apolo dejaría los asientos cubiertos de pelo y que sería genial que no vomitara de nuevo o yo tendría que pagarle una nueva tapicería.

Al primer lugar al que pasmos es una exclusiva tienda de regalos, donde Harry solo pasa a recoger un par de cajas.

– ¿Y eso? –pregunto con Apolo en brazos. Sé que si lo bajo al suelo, se encargará de hacer un desastre.

– ¿Cuadros para fotografías? –dice Louis, viendo una de las cajas que carga Harry.

– Acompañaré a mamá a la boda de unos primos o algo así. Solo sé que son parientes lejanos. –por el tono que usa, sé que no le entusiasma la idea de ir. –Será en Holmes Chapel, el fin de semana que viene. Los cuadros y la cubertería son regalos.

– ¿Te quedarás allá?

– Me temo que no podré. –responde sonriendo. –Ems me acompañará. Sus padres me asesinarán si no la tienen de regreso en casa el lunes por la tarde. –Louis y yo reímos a su lado. Los suegros de Harry siempre han sido demasiado estrictos con él. No dejan de creer que es un vago vividor del dinero de sus padres.

– No sé que rayos haría si estuviera en tu lugar, Harold. –bromea Louis.

– Regresar la chica a tiempo, te lo aseguro. –responde Harry, y los tres reímos. Se siente tan bien de nuevo estar con ellos.

Luego de recoger un par de cosas más en el camino, llegamos a la casa de los padres de Harry, donde solo se encuentran Anne y Gemma en casa. Las chicas se encargan de llenarnos de bocadillos y varias de las pequeñas galletas quemadas de Gemma.

Algo que tengo que decir de la familia de Harry, es que Anne es la única de la familia que sabe cocinar, y lo hace increíble.

Ambas se escuchan bastante emocionadas respecto a la dichosa boda a la que asistirán, así que pronto los chicos y yo nos excusamos diciendo que tenemos cosas por hacer.

– Advierto que solo me quedaré un rato. –dice Harry cuando entramos de vuelta en el apartamento de Louis. Dejo a Apolo en el suelo y el enano sale corriendo en busca de su jirafa de peluche. –Aún tengo que hacer una maleta con lo que me llevaré el fin de semana.

– Quizás deberías llevar... –el timbre de mi teléfono interrumpe mis palabras. –Un segundo.

Saco el pequeño aparato del bolsillo de mis pantalones y veo el nombre que brilla en la pantalla. Es una llamada de Nat.

Rápidamente y sin perder ni un solo segundo, camino hacia la habitación de Louis y respondo con urgencia.

– ¡Nat! ¿Qué ocurre? ¿Va todo bien? ¿Hay problemas?

– Hola, Nat. Buenas tardes, ¿Cómo te encuentras hoy? –responde con gran ironía. Diablos, es tan pesada cuando quiere. A veces simplemente quisiera estrangularla. –Existe la cordialidad, Horan.

– Buen día, Nat. ¿Cómo estás el día de hoy? –mi voz es realmente forzada. ¿Para esto me llama?

– Muy bien, gracias por preguntar. –dice ahora con amabilidad y ternura. –Solo llamaba para darte noticias de Abby. –esto llama totalmente mi atención.

Golpe Inesperado [N.H.]© Parte #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora