15. Primer punto.

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Abby.


– Casi lista. Solo déjame arreglar mi bolso, no estaba en la oficina. –explico terminando de guardar mi escritorio.

Niall entra en la oficina y camina hasta llegar a mi lado. Termino con lo que hacía y me giro hacia él. Parece tranquilo, con paz. Tomándome desprevenida, me toma en sus brazos y me estrecha contra su pecho tibio, lugar que últimamente se ha vuelto familiar para mi.

Disfruto de su aroma, su calidez y su fuerza. Disfruto de estos segundos con este chico excepcional, que pone a mis emociones dar piruetas de un lado a otro. Disfruto del cariño con el que me impregna.

– Te extrañé demasiado. –murmura contra mi cabello.

– También te eché de menos, Horan. ¿Quién lo diría?

– Hey, echarme de menos no tiene nada de malo. Te entiendo perfectamente. Comprendo que soy un chico único e inigualable. –río por la manera tan particular que tiene para decir eso.

– Así es.

– ¿Lista para la mejor tarde de tu vida en Londres? –pregunta con felicidad en su mirada cuando se aleja un poco de mí. Su emoción es contagiosa.

– ¿Qué tienes planeado?

– Confía en mí, te va a gustar.

– De acuerdo, confiaré. –tomo mi bolso y mi abrigo.

– ¿Vamos? –dice ofreciéndome su brazo. Siempre caballeroso.

– Vamos. –me cuelgo de su brazo y juntos salimos de la oficina.



– ¿Es un restaurante? –pregunto por tercera vez. Niall sonríe manteniendo su vista en el camino.

– No. –responde divertido.

– ¿Entonces no iremos a comer?

– Cenaremos, sí.

– ¿No me darás pistas? –creo que esta es la cuarta vez que pregunto esto.

Niall se ha rehusado a decirme cualquier cosa de la que piensa que haremos hoy. Solo se ha molestado en sonreír cada que pregunto algo y poner música genial para distraerme.

– Te di una pista cuando llegué a tu oficina.

– Solo dijiste que me iba a gustar.

– ¿No es suficiente con eso? Sabes que conozco todo de ti, así que no tienes nada de qué preocuparte, cariño.

– De acuerdo. Pero es solo que no me has dicho nada desde que salimos de la empresa.

– Dejaría de ser sorpresa si lo hiciera.

– ¿Y ya casi llegamos?

– Así es. –mi corazón se acelera cuando dice eso. Aparca el auto en una de las estrechas calles y apaga el motor. No reconozco donde estamos.

– ¿Y aquí es...?

– Tranquila, nena. –sonríe y baja del auto.

Bien, supongo que debo de confiar en él. Lo veo rodear el auto y abrir mi puerta.

– ¿Lista?

– Por supuesto. –respondo con toda la seguridad que puedo. Bien, veamos que tiene para mí.

Con su ayuda bajo del auto y caminamos por la callecita. Salimos a una de las avenidas principales y me sorprendo al ver la gran vista frente a mí.

¡Es el palacio de Buckingham!

– Oh por dios...

– ¿Te gusta? –pregunta a mis espaldas, mientras yo trato de hacer lo que sea para que el maravilloso paisaje quede grabado en mi memoria.

Golpe Inesperado [N.H.]© Parte #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora