Drabbles {1} | TobiDei/ObiDei.

Mi Uchiha.

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{AU ; Narutoverse}

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Deidara golpeaba suavemente el suelo en la entrada de Konoha, claramente impaciente y harto de estar esperando. A su lado, otro rubio también esperaba junto a él.

— ¿Cuánto más van a tardar? —se quejó el Uzumaki con un puchero— ¡Hace una hora debieron haber vuelto!

Naruto bufó y se cruzó de brazos. 

— Seguramente fue por Obito —Deidara automáticamente frunció el ceño y lo miró con mala cara—, ¡siempre que sale con él llega tarde, 'ttebayo!

— ¡Cierra la boca, cara rajada! —gruñó el rubio mayor— ¡Seguramente se quedaron porque tu estúpido emo la cagó, hm!

— ¿¡Qué dijiste, maldita rubia!? —vociferó— ¡El teme no es tarado como tu Uchiha!

Deidara enarcó ambas cejas y lo señaló con el dedo índice.

— ¡Mi Uchiha no es un troglodita como ése, hm!

— ¡Mi Uchiha no es un torpe como el tuyo, dattebayo!

Los dos rubios siguieron mirándose con ganas de arrancarse los cabellos entre ellos. Si uno de ellos era ridículamente insoportable, dos rubios, impacientes, molestos y sin sus respectivos azabaches, eran una pesadilla. 

Y como si las plegarias de los pobres guardias de la entrada fueran oídas, los dos muchachos Uchiha llegaron. 

— ¿Qué están haciendo? —preguntó Sasuke al ver como ése par estaban tomándose de las ropas—. Naruto, ¿qué pasa? 

— ¿Eh? —el rubio menor soltó al artista y rió nervioso—. ¡Nada, nada! Sólo charlábamos, ¿verdad... Deidara? 

Obito arqueó una ceja, dubitativo. 

— Por supuesto que sí, Naruto —escupió el mayor. Entonces, contra todo pronóstico, tomó el brazo del Uchiha de cicatriz—. Tú, camina, te haré un masaje, hm.

— ¿E-eh? 

— ¡Y-yo también te haré un masaje, teme! —chilló Naruto imitando la acción de Deidara— ¡Y prepararé tu favorito, 'ttebayo!

— ¡Yo ya preparé tu favorito, hm! —asintió el artista— ¡Y un postre!

Naruto gruñó. 

— ¡Yo masticaré por ti!

Deidara le devolvió el gruñido. 

— ¡Yo te vestiré, hm! 

Los dos Uchiha se miraron entre sí; Obito con un ligero sonrojo en sus mejillas, y Sasuke con el ceño fruncido. 

— ¿Qué te pasa, dobe? —la mano del azabache menor se dirigió a la frente de su pareja—. ¿Estás enfermo o más imbécil de lo normal? 

— Dei  —El rubio alzó la mirada—, ¿t-te sientes bien? 

El par de rubios soltaron a sus respectivos azabaches, quienes los miraron, confusos y claramente extrañados. 

— Estúpidos Uchiha —masculló el artista, recibiendo un asentimiento por parte del Jinchuriki—, ¡estúpido Obito, hm!

— Imbéciles Uchiha —chilló el Uzumaki con el ceño fruncido—, ¡Sasuke teme, 'ttebayo!

Y así, aquel dúo de lunáticos, mejor conocidos como Naruto y Deidara, se largaron a sus respectivos hogares, dejando atrás a dos confundidos, desorientados y muy frustrados Uchiha. 

— Ellos son... raros—murmuró Sasuke.

— Son rubios —respondió Obito con una mueca—, y nosotros sus Uchiha. 

Una imperceptible sonrisa se dibujó en los dos rostros masculinos.