Capítulo 7 What about now?

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Capítulo 7  What about now?

Lucas 

Camino arrastrando los pies, no quiero llegar a casa. Anna sigue enojada conmigo, no importa cuantas veces diga que me perdona. Sé que va a cambiar de parecer eventualmente, y eso es lo que me molesta. Tal vez, ella es la más sabia de los dos. Tal vez, yo debería dejar todo como está y ambos recorrer caminos separados. ¿Qué se supone que estoy haciendo?, estoy jugando con fuego porque incluso, aún cuando no lo quería, siempre termino lastimando a alguien. Ella parece ser siempre el blanco, no importa cuanto quiero mantenerla fuera de todo esto. Quiero odiarla, quiero despreciarla, quiero ignorarla y…acá estoy tratando de estar cerca de ella porque siento que se me va el aire si miro su sonrisa triste de lejos. 

Subo las pequeñas escaleras al porche de la casa, no me doy cuenta antes de su sombra sobre la tenue luz de la noche. Está sentado en el último escalón mirando al vacío, o mirándome a mí. No puedo estar seguro en tanta oscuridad. No me detengo, sigo caminando hasta la puerta esperando que no note mi presencia, o que la pase de largo. 

-¿Dónde estuviste?-pregunta. Perdí. Si pensé por un momento que me iba a dejar irme a mi cuarto sin señalarme con el dedo y pedirme explicaciones, estaba equivocado. 

-Por ahí -sólo puedo decir. El se levanta y me enfrenta, para que logre verlo. 

- Lucas, no te podés ir por ahí. Menos un día de semana, te fuiste sin avisarle a nadie, sin decir donde ni cuando volvías. Va contra las reglas de la casa -sentencia. 

- No sabía que eras detective ahora -replico con indiferencia. ¿Desde cuándo a él le importaba algo de mi?, yo no iba a ser hipócrita. 

- Soy tu papá-dice en un grito que me toma por sorpresa. Él jamás grita, ni siquiera cuando está realmente enojado. -Los días de semana tenés que volver antes de las ocho, los fines de semana lo podemos evaluar. Antes de salir quiero que me digas donde vas, con quien vas y a que hora volvés. No hay punto de discusión es eso-concluye. Veo sus ojos verdes brillar en la oscuridad y su cabello castaño rojizo despeinado, sin ninguna duda está enojado. Es muy difícil ver algún rastro de emoción en su rostro en un día normal. 

-¿algo más?-pregunto mirando al suelo.  

-Si, resulta que todavía no terminé- dice con ironía. Otra de las razones por las cuales tenés que llegar a las ocho, no podés perderte más comidas. No quiero que andes comiendo porquerías en la calle tampoco. Te dejé la cena dentro del microondas. 

-No tengo hambre-me apuro en decir. Quiero salir de su vista lo más rápido que puedo, pongo mi mano en el pomo de la puerta para abrirla. Él se me adelanta y vuelve a cerrar la puerta. 

-Eso tampoco esta sujeto a discusión-dice. -Vas a cenar ahora mismo y mañana te vas a poner el despertador más temprano y vas a desayunar. Si no te hubiera agarrado en la puerta del colegio, te podrías haber matado de un golpe en la cabeza- concluye. 

-¿Eso es todo?-pregunto, rogando de que me deje ir. 

-Por ahora . 

Ceno para que el Halcón que me vigila me deje en paz por un rato, lavo mi plato una vez que termino. Agarro un vaso de agua y me lo llevo a la cama, sé que él está en el living haciendo que corrige exámenes. No lo  saludo antes de irme a dormir. No hay mucho que decir entre nosotros o hay demasiado, depende cómo uno lo mire. Pero yo no voy a ser el que haga explotar la bomba, yo no voy a ser culpable de que nos rompamos en pedazos porque una vez que las cosas tomaran ese carril, no va  haber vuelta a atrás.  

Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora