Capítulo 25 parte 2. Emociones Privadas

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Capítulo 25 parte 2. Emociones Privadas

Anna 

Si pudiera resumir estos últimos días en una palabra tendría que optar por una línea recta. Bueno, eso no vendría a ser una palabra. Pero considerando la falta de comunicación que hay entre el exterior y yo, sería lo más apropiado. 

Definitivamente no estoy hablando con mamá, ningún cambio ahí. Entro a su cuarto, le dejo comida y me aseguro que este viva. Nada fuera de lo normal. Tres veces me pidió plata esta semana para “algo” que yo se muy bien que es alcohol. No le di nada pero aun así la encontré con una botella las tres veces que la deje sola para ir a trabajar. No quiero saber como las consiguió ni cuando o como salió de la casa. Peor aún, no quiero saber quien pudo entrar a mi casa cuando no estaba. ¿Es que va a traer a algún otro perdedor que le mantenga el vicio? Si eso llegara a pasar juro que me voy. Agarro a Layla y me voy. No quiero tener ningún idiota mas conviviendo con nosotras, pero de nuevo si no tenes a nadie a quien recurrir, tus manos están atadas. Supongo que si tengo a alguien ahora. Pero ni muerta voy a pedirle ayuda. No estoy tan enojada con Elías como creo estar. Hay algo en el que puede conmigo. ¿La sangre será?. Lo aprecio mas de lo que puedo llegar a admitir, pero aún así no quiero estar en la incomoda situación de tener que pedirle nada. Ya bastante con que este pagando el alquiler, algo que intento devolverle una y otra vez pero se sigue negando.

Lucas tampoco me habla. Me dedico una mirada fría ayer y eso es lo mas cerca que estuvimos toda la semana. No sé que pensar. Lo más probable es que se haya hartado de mí. Lo entiendo. Pero la idea de que ya no me quiera me vuelve loca. Es casi rabia pura. Por momentos deseo golpearlo y decirle que no se atreva ni por un minuto a pensar que no lo quiero. Que sigo estando acá y que lo amo tanto que duele. Pero como todo en mi vida, termina siendo una idea en mi cabeza que no logro concretar. ¿Cómo explicarlo? No puedo. Hay algo muy malo conmigo. Lo quiero pero no se como olvidar, como dejar pasar. No es rencor ni nada por estilo, pero no tengo idea como volver a lo que éramos antes de todo este lio. No tengo ni idea como volver y no hacer infeliz a nadie en el proceso. ¿Cómo voy a mirar a Elías en clase sabiendo que no quiere que estemos juntos? ¿Cómo mirarlo y no pensar que lo que hacemos esta mal?

Ariana, su hija mayor estaba en la puerta cuando llegue de trabajar anoche. Ni siquiera me miro. Todos estos años de amistad y ni siquiera pudo decirme hola. Yo la consideraba una amiga, una de las muy, muy pocas que tengo. Supongo que ella vivía en la ignorancia como yo hasta que supo la verdad. Tal vez Lucas se lo conto, tal vez fue Estaban.¿Alguien mas haciendo cola para odiarme?

Y aun así siento que no es lo único que me detiene. Lucas esta cambiando, lo puedo notar. No de una mala manera, sigue siendo el mismo. Solo que ahora lo veo tan seguro de todo, tan convencido. Él quiere que me vuelva como el, que me arriesgue y que no piense en lo demás. ¿Pero como hacer eso? ¿Cómo ser feliz cuando todos son miserables alrededor tuyo?. Creo que es por eso que sigo posponiendo enfrentarme a él, pensar todo esto me da dolor de cabeza. Hasta que no sepa que decirle es mejor no decir nada. Eso si el aún quiere escucharlo. 

Layla tampoco me habla. Bingo. Nota que estoy todo el tiempo al borde de un ataque de nervios y hace lo mejor que puede para no molestarme. Sabe que a veces necesito estar sola, apartarme un poco de los demás.Bueno, si que lo logre. Lo único positivo es que pude dedicarme exclusivamente a mis tareas. Cuando tenes muchas cosas para hacer no hay tiempo para pensar, y eso es exactamente lo que hice. Trabajé varios turnos en la cafetería, hice todas mis tareas del colegio y limpie, cocine y lave la ropa. Debe ser por eso que estoy tan exhausta. Valió la pena de alguna forma, hice un buen examen de literatura y saque muy buena nota en la lección de geografía. Es un alivio porque no quiero seguir aprobando porque los profesores me tengan lastima. Sé que no fui la mejor de las alumnas últimamente, y ellos siguen dándome oportunidades porque creen en mí. No soporto la idea de decepcionar a nadie más.

Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora