Capítulo 21 parte 2. La verdad duele.
Lucas
No se cuanto tiempo estoy sentado afuera. El atardecer va cediendo su lugar a la noche y veo aparecer las primeras estrellas en el cielo. Siento el frio recorrer mi cuerpo pero no quiero moverme. Tengo miedo de cruzar el lumbral de esta casa y no querer volver nunca más. Si bien con el tiempo llega cierta calma y razón, la sensación de rabia es reemplazada por un vacío que me hiela el pecho. Cuando papá tira un abrigo en mi espalda y se sienta a mi lado, no volteo para verlo. Es como mirar a un espejo. Y aunque hay tantas cosas que quiero decir, que quiero saber, no encuentro la fuerza para poder preguntar. Debe ser alguna parte inconsciente que no quiere recibir mas información de lo que puede procesar.
-Todavía no empezaste a gritar -digo en apenas un susurro. Conversar se vuelve un esfuerzo físico que duele.
-¿Debería hacerlo?- pregunta.
-Esperaba que lo hicieras. Ya sabes, ese pequeño detalle de que tus dos hijos están saliendo -contesto aun mirando al frente. Puedo sentir que reacciona a la palabra hijos. No soy el único al parecer que se asusta con la idea.
-Todavía estoy a tiempo -me da una mirada de complicidad. ¿Disfruta tomarme el pelo inclusive ahora?- llegué a una conclusión con respeto a eso.
-¿Es algo que vas a compartir o es otra cosa más que te vas a callar diecisiete años? -ahora si nos estamos mirando y se que estoy yendo mas allá del límite en que un hijo puede hablarle a un padre pero mi boca no parece ir acorde con mi cabeza...o si. Yo, la persona que siempre calla, estoy diciendo todo lo que siento y no estoy reparando en sentimientos ajenos. Bien.
Papá parece tomar mis palabras con naturalidad, como si le estuviera preguntando la hora.
-Estuve pensando mucho en eso recién-finalmente dice- Como te veo actuar desde hace un tiempo, y a la vez desde siempre. El Lucas que yo conozco no pierde en nada. No porque tengas un alma competitiva sino porque sos un ganador nato. Sos alguien que el resto admira aunque a vos te pase desapercibido. La persona que yo conozco no deja que nadie, ni siquiera su hermano, le gane en una pelea. El que veo últimamente no es ese Lucas. Dejaste que Esteban te pegue sin siquiera defenderte.
-No es así, yo solo di la vuelta...
-Shhhh. Termina de escucharme al menos. Vos nunca estas desprevenido. Si el te pego es porque, de alguna manera, dejaste que lo haga. Y si así fue es porque creías que lo merecías Lucas. Eso se llama culpa. Y todo esto que estuvo pasando tiene que ver con lo mismo, vos creyendo que te mereces que te pasen cosas malas. Pero dejame decirte algo, estas lejos de ser la persona que soy yo. No hay ninguno de mis defectos en vos, solo veo cosas maravillosas cuando te miro. No desearía ningún otro hijo que no sea el que tengo adelante mio. En cuanto a Anna, bueno, te gusta. Puedo verlo. No es el fin del universo, no sos el diablo por eso. No significa que este feliz con la idea tampoco...pero creo que hay otras cosas que arreglar antes de que volvamos a ese tema.
Lo miro porque seguir con la vista fija al cielo ya no es una opción. No si lo escucho decir esto. Casi que creo que hubiera estado mejor que grite y me eche de la casa, así sentiría alivio con mi muy confundido y aturdido ser al menos. ¿tendría que sentirme mejor?. Todo lo que salió de su boca es lo que quería escuchar pero no tiene el efecto que esperaba que tenga. Me desconcierta al mismo tiempo lo mucho que cree conocerme, lo mucho que si me conoce supongo. ¿Me sentía culpable?. Claro que sí, mas de lo que el tal vez se imagina. Porque solo yo se lo que significa Anna para mi.
-Nadie es perfecto, Lucas. No significa que seamos malas personas por eso -concluye.
Definitivamente no soy perfecto, no soy esa figura superpoderosa que todos creen que soy, lo se. Tal vez si pudiera aceptar que eso no es algo horrible de una vez, todo sería mas fácil.
-¿Es eso lo que te repetis para sentirte mejor con vos mismo?- puedo ver su cara llena de dolor. Eso fue sin anestesia, me doy cuenta. Pero cuando te abris a una persona, supongo que no existen filtros.
-Esa es la verdad, por muy pobre excusa que suene. Lo bueno es que, a pesar de que me equivoque y tome muy malas decisiones, sé que vos vas a hacerlo mejor que yo. Puedo ver en la persona que te convertiste, no quisiera que fueras diferente en nada.
Suspiro. Es muy dificil seguir enojado con el, es dificil odiar en una sola dirección. Punto. Es como bailar solo un tango. Completamente sin sentido.
-¿Sabés que tenes que decirle la verdad no?, ya es hora- digo finalmente. Porque me doy cuenta que el alivio que necesito solo va a provenir de esa ultima verdad. Es a ella a quien no quiero lastimar, a la única que no quiero ocultar secretos.
-Lo sé, ¿es eso lo que querés?
-Es lo que debes hacer, no importa si me gusta o no-contesto muy a pesar.
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Una y otra vez
Teen FictionEstoy marcando el camino para que las bestias nos despedacen, y aún asi no me importa. Correría a ella de nuevo una y otra vez. Al parecer, se está volviendo un imán del cual yo no puedo escapar y sé, sin ninguna duda, que ambos vamos a pagar por é...