Una y otra vez

Capítulo 9. Parte 1 El universo y vos

Capítulo 9 Parte 1  el universo y vos.

Anna

Me quedan todavía tres horas para terminar mi turno. Suerte para mí, la cafetería está casi vacía. No tengo que andar corriendo para todos lados con la bandeja ni me equivoco con ninguno de los pedidos. Lo malo es que, a veces, cuando hay mucha gente el tiempo se pasa más rápido. Miro al reloj de nuevo, sólo pasaron tres minutos desde que lo ví la ultima vez. Suspiro. Mi cabeza piensa en todo lo que no llegue a estudiar para el exámen de historia, Lucas, lavar las medias de Layla, Lucas, ir al supermercado mañana, Lucas, sacar las sábanas de mi cama, Lucas de nuevo. En ese orden. Su imagen se me aparece en todo momento, no importa lo que estoy haciendo, no importa el lugar. ¿Realmente piensa él que yo soy linda?, digo por lo general, no es una palabra que las personas utilizan para describirme. Inteligente si, trabajadora si, amable inclusive pero linda jamás. Tal vez Lucas sólo esté jugando conmigo, tal vez sólo me está poniendo a prueba para ver como reacciono a sus encantos. Ya a ésta altura no se nada, al menos con él nunca lo sé. Y para ser sincera, ya me había cansado de tratar de adivinarlo así que sería lo que el quiera. Me rindo, pienso. Juguemos el juego que el quiera jugar y que sea lo que tenga que ser.

Ocupada en la muy aburrida tarea de hacer más café y ordernar un poco, noto que Lib me da un codazo. Interrumpo la tarea y la miro para ver que quiere.

-emmmm, tenés un cliente-dice mostrandome con la vista hacía la dirección donde él está ubicado. Me quedo mirando,  Lucas está sentandose en la misma mesa de la esquina donde se sentó la otra vez. Lib me codea de nuevo al ver que no reacciono.

-¡anda a charlar con él, tonta!-me ordena riendo. -Por cierto, yo apruebo a éste-me dice con una sonrisa.

-Que espere- le respondo. Tengo otros dos clientes por atender-.

-¿Te referís al gran total de las dos mesas de clientes que tenemos hoy?, y por cierto esa pareja ya pagó y se está yendo-me explica. Anda y distraete un rato, es una orden de tu jefa-me dice amablemente y me deja sólo para ir a atender a la única mesa con gente en el lugar.

Me acerco tímidamente a la mesa donde Lucas está ubicado.  No puedo evitar sentir nervios. Cada vez que se va, siento que va a volver otra persona. Su otro yo, el que me ignora y se aisla. No quiero que se vaya nunca, pienso.

-Hola- me sonrie. Está recien bañado y el aroma de su perfume me envuelve por completo. Trato de pensar en otra cosa.

-No sé que te sigue haciendo aparecer por acá-digo medio riendome. -Al parecer te gusta que te tiren bebidas en la cara-le digo y ahora ambos nos reimos.

-yo tampoco sé porque pero quiero estar acá, es raro, no pretendo que entiendas-dice confundido.

-Te entiendo-sólo logro decir. Me siento en frente de él, igual que la última vez que nos vimos ahí.

-¿Querés algo para tomar?- pregunto.

-No-me interrumpe abruptamente.- Vine a preguntarte algo.-. ¿Está nervioso o eso me parece a mi?.

-Adelante- lo animo a hablar.

-Quería saber si mañana querías venir a un lugar conmigo, después de la escuela-me dice. Sólo logro pensar que es lo que puede querer con mi persona después de la escuela. Estoy tentada a decir sí sin pensarlo, quiero hacerlo.

-Oh, bueno me gustaría pero no puedo dajar tanto tiempo sola a Layla. Ya la dejo para venir acá y además creo q Lib espera que venga mañana y…

-¿ Mas excusas?-rie al preguntármelo. -Si no querés, sólo tenés que decirme la verdad. No voy a ofenderme, voy aseguir insistiendo hasta que digas que sí- ahora soy yo la que se pone colorada.

-Mañana tiene el día libre y yo me puedo llevar a Layla a jugar después de la escuela, se puede quedar a dormir en casa. A Luz le encanta jugar con ella- dice lib desde la mesa donde estaba sirviendo café. Me quedo mirandola sin comprender.

-¿Qué?-me dice. -Estoy casada haca quince años, vivo para revivir el romance de los adolescentes, es fascinante- sonrie. -Y si, éste lugar es chico y logro escuchar todas las conversaciones. No es que estuviera particularmente interesada por lo que decías -y me guiña un ojo cuando dice esto. Tanto  Lucas como yo reimos un tanto tímidos al escucharla. Es lindo reir, es fácil estando cerca de él. Es natural y no fingido. Es todo.

-Supongo que eso es un sí entonces- me mira a la espera de que confirme sus palabras.

- bueno, es que realmente…

-eyyyy, ahí están las excusas de nuevo. Te estoy pidiendo que vengas conmigo a un lugar que me gusta mucho, un rato durante la tarde. Es una hora de viaje nada más-.

-¿Una hora?-pregunto atónita. -No es tan cerca si tardamos una hora en ir.

-No te preocupes, vas a estar conmigo- me promete muy seguro de sí mismo.-Jamás dejaría que te pase algo-. sus ojos verdes brillan al decir esas palabras,  se levanta y me deja sola sentanda en la mesa que ya  habíamos compartido dos veces. Fue su turno de hacer una salida dramática, pienso.

-Por cierto, - me dice desde la puerta- te paso a buscar a las cinco, y no, no acepto un no por respuesta- sonrie. En cuanto cruza esa puerta sólo puedo pensar en que no lo dejaría irse jamás.