Capítulo 22 parte 2. Mi reflejo

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Capítulo 22 parte 2. Mi reflejo   

Anna   

Paso nerviosamente la pagina del libro. Eso no es. Sigo leyendo, paso otra página. Tampoco. Trato de ignorar el hecho de que sigo sin encontrar la respuesta a la primer pregunta. Todo el mundo alrededor mío avanza, o al menos eso es lo que parece. Leo, leo y leo pero las palabras no cobran sentido alguno para mi. Miro el reloj. Otro día más. Otra hora más. Otro minuto eterno pero que pasa fugaz ante mis ojos. Me doy permiso para descansar un segundo y tratar de revivir mis neuronas, tengo tan sueño que mis parpados amenazan con caer sin consultarme . Ahora es cuando me arrepiento de no haber dormido mas anoche. Para cuando llegué del trabajo, y terminé de cenar y bañar ya era medianoche. Lo que le siguió fue acostar a Layla, terminar una tarea para química y...textear a Lucas. Se había vuelto una adictiva costumbre charlar con el por las madrugadas. Casi una necesidad. Simplemente no puedo mantenerme lejos, lo quiero cerca de cualquier forma que pueda tenerlo. ¿Qué ten retorcido y peligroso es eso?. Creo que me estoy convirtiendo en otra persona porque definitivamente no reconozco a la que esta frente al espejo. Yo, alguien que huye de la aproximación con cualquier ser humano, alguien que no quiere ganar porque tiene miedo a perder. Justo yo, estoy dejándome envolver por un chico. Dios me ayude porque no creo ser capaz  de resistirme nunca más. No con el. La idea de tenerlo cerca alimenta y da oxigeno a mis pulmones.   

Si alguien hubiera dicho que iba a depender de una persona para vivir, jamás se lo hubiera creído. Ahora sé lo que es, y tengo miedo lo que puede venir.Yo no soy así. Yo no era así.   

El sueño y las ideas inconexas hacen que me pierda de nuevo, por un momento quedo mirando al vacío sin darme cuenta.  Para cuando reacciono noto que Elías esta mirando hacia mi dirección. Ufff. Casi sin poder contenerme, lo miro a los ojos por un instante. ¿Qué es lo que hay con el?. Siento que si mi vida dependiera de alguien, el es la única persona a la que podría recurrir. Además de Lucas. Bueno, supongo que, como son padre e hijo hay definitivamente algo ahí. Son muy parecidos, de alguna u otra forma aunque Lucas lo niegue. Tienen la misma bondad y casi la misma luz en los ojos. Es inexplicable la sensación de seguridad que me rodea cuando los tengo alrededor, es un regalo para alguien como yo. Es paz.   

El profesor está dirigiendo la vista hacia mi. Dios que no se pare, que no se pare. Desvió la mirada rápidamente para evitar seguir llamando su atención. ¿Se habrá dado cuanta que mi cabeza está en cualquier lugar?. Tengo que volver de donde sea que este y poner mis neuronas a trabajar para poder terminar el cuestionario. Encuentro que a medida que pasa el tiempo es más difícil concentrarme. Además de que tengo, al parecer, toda la atención del profesor. Aún no tuve la oportunidad de hablar con el sobre lo del alquiler...y demás. No tengo la valentía para hacerlo. ¿Cómo sacar un tema sin el otro?. ¿Cómo agradecerle su gesto sin preguntar que es lo que pasa?. Lo que no termino de entender es que hacia en casa con ella. La última vez que los vi juntos fue hace tanto que la imagen se ve borrosa en mi cabeza. Nunca entendí lo que paso, siempre supuse que fue el matrimonio de ambos y después el tema de la bebida. Pero nunca realmente supe porque la distancia, el enojo y las miradas de resentimiento. Y ahora sé que debería haber investigado más en su momento, hay algo que esta ocurriendo. Algo que escapa de mis manos. No puedo ir a preguntarle a mamá. No soy emocionalmente capaz de estar cerca de ella. La amo, y sin bien cada noche prometo hacer algo para ayudarla, para ser mejor hija; por la mañana la veo y lo único que quiero hacer es correr lejos de ella. Todo en mi la rechaza, me hace sentir una persona horrible. Tal vez lo sea.  Supongo que las acciones de una persona no nos pasan desapercibidas. Podemos ser heridos hasta cierto punto y, en algún momento, una parte de nosotros que creemos que no existe dice basta. Mi lado inconsciente o mi parte muy consiente, no lo se, grita para que me aleje de ella. Yo trato con todas mis fuerzas de no oír. Es casi insoportable.   

Una y otra vezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora