Tres horas, tres horas, era lo que llevaba en espera que su hermano se dignase en salir del despacho. Ni Hunter ni Molli le habían dicho algo relacionado con él. Hunter llevaba bandejas de comida o merienda a Enrique lo sabía porque lo había visto, pero no, el mayordomo fiel a 'ése' se iba por otro lado. Tenía que encontrar la forma de poder hablar con él. No quería que arruinara algo relacionado a su boda; ¡Ethan era un pilar para dicha boda! Su boda.
-Por favor James, ábreme tenemos que hablar. Por favor, si.-suplico dando puños, tumbos, golpes hasta el pensamiento de patadas cruzo por su mente. Pero no. Ante todo una dama.
-...
-No hagas una tormenta en un vaso de agua.
Más silencio fue la respuesta. No quería llegar a decidir la lealtad de Hunter entre su hermano y ella, además sabía que el hombre jamás desobedecería a Enrique.
-¡Enrique James! ábreme. Tenemos que hablar ahora.
La puerta se abrió y ella entró. Miró los papeles tirados y como su hermano los levantaba, uno a uno. El cabello lo tenía revuelto, claro signo de exasperación, miró las manos de Enrique y comprobó varios cortes finos, sí, él había pasados sus manos por su cabello muy rápido y con mucha frecuencia para poder llegarse hacer eso.
-Habla.- la voz dura y helada la estremeció, él nunca de los nunca la había tratado a sí. Sería tan grave el error de casarse.
-Yo lo siento. Pero siento no poder llegar hacerte ver que de verdad quiero esta boda-miró como las facciones de Enrique se endurecían, su quijada se retorcía, claramente apretando los dientes. El ceño de la frente más profundo.-calmo su discurso, observando como la fiera que tenía por ahora enfrente de ella parecía calmarse.
-Enrique te quiero, pero deseo que respete mi decisión...
-Decisión, cuál decisión Rachell. Acabas de rebelarme de una o otra forma que este...este, este matrimonio tuyo es una farsa. ¡No dejare que lo hagas!
-¿Qué...? ¡Claro que lo haré!
-Hablare con él de todas formas-notó el tono más calmado y decidió que sería mejor decir la verdad. Toda la verdad.
-Quieres que te cuente una historia.-Él la miró y ella pudo jurar que sus ojos relampaguearon por la furia. Trago. No sabía que tenía tanta saliva en su boca y espero que con eso la garganta le permitiera las palabras.
-Enrique yo solo quiero que sepas que ante todo yo he estado consiente, no he sido coaccionada de ninguna forma.
-Habla Rachell y más vale que no mientas.
-Al principio no estaba de acuerdo con él, es decir el solo quería un compromiso de mentiras pero pasamos tiempo juntos y sin tener a equivocarme él desea esta boda. Me mostró parte de su personalidad. Yo creí que solo era un tipo como tus amigos e incluso peor que tú-Rachell tomo aliento-pensé que solo jugaría conmigo y se lo hice saber. También pensé que estaba mirando cosas donde no las había como cuando creí que Reymond sentía algo por mi, pero no solo me miraba como la hermana pequeña de su amigo. Así que más lo odiaba. Me trataba como Reymond y me acorde de mis sentimientos tontos. Pero luego que lord Marco desistiera de sus err tratos amables conmigo, lord Ethan seguía ahí, ya no tan brusco como antes, sabes creo que estaba celoso.
Enrique no la interrumpía y ella estaba más nerviosa. -Que dices hasta ahí.
-Que de igual forma hablare con él.-ese «hablare» a Rachell le sonó como un 'igual lo golpeare' hombres todo era resueltos con puños. -sigue.
-Claro. Umm te recuerdas que por ese entonces Esme andaba merodeando las tierras de los duques un día la encontré con lord Douglas y no lo podía creer, es decir pensé que ella andaba tras lord Ethan así que me enoje con ella. -Rachell suspiró.
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Una esposa perfecta © - Completa
Fiction HistoriqueYa Publicada en Bookmet... Donde las familias aristocráticas tienen sus casas de campo, la mayoría iba solo por la temporada de caza pero en este caso, el hijo del Duque WodTher se había refugiado, para ocultare de los bailes para evitar las mañas c...