My Bad Boy 2 [Eunhae +18]

Fatiga

-Te quiero Hyuk- la voz queda resonó con un susurro, contándole el secreto que nadie debía saber. Su corazón latió

-yo también Hae 

~

-Hyuk.... 

Un respiro calmo

-venga, arriba...

Entre abrió los ojos tan pesadamente, recibiendo al instante la luz cálida del sol que, entraba por las ventanas en rayos, descubriendo las motas de polvo que flotaban en el aire. Entrecerró los ojos deslumbrado y alzó la cara de la mesa recargándose en el respaldo, entonces con una mano cubriendo parcialmente la luz molesta, miró ahora a quien estaba de pie frente a él

-Al menos no te has quedado dormido en mi cocina -se quejó Hong, cruzándose de brazos y mirándolo hacia abajo

Repasó la vestimenta que llevaba el otro, aún con el ceño fruncido levemente por el sol; Un abrigo, jeans, y una boina ridícula a juego -¿Qué hora es? -quiso saber, con la voz seca y baja, la garganta aún adormilada

-7:11 am exactamente -contestó el castaño después de haber revisado la hora en su reloj de muñeca

Eunhyuk gruñó a la vez que soltaba un suspiro -joder -y se talló los ojos, el menor sonrió

-deberías irte, ya has ensuciado la mesa con saliva

"¿irse?", >joder no<. Negó con la cabeza terminando por despertar -me lavaré la cara y estaré en el turno de la mañana, sólo necesito unos minutos -aseguró, empezando por levantar su culo del asiento, hasta que la negativa del otro le frenó 

-No- negó -ya has tenido el turno extra y ayer entraste más temprano de lo usual, vete a casa, debes descansar

-estoy bien -se apresuró a decir -sólo v...

-Hyukjae -cortó -vete a casa, a la dueña no le gustará saber que debe pagarte más horas

-eso no importa

-¿no lo hace? -cuestionó fuerte y suspiró al ver la frustración que reflejaba aquel rostro, notándo en silencio la huella de lágrimas saladas -...tiene que haber algo de lo que debas ocuparte más que estar aquí

Pasó la mano por su cara, fatigado, exhausto; No había una maldita cosa que debiera..., abrió los ojos de pronto y quedó en pausa por un segundo, >sí que tenía algo de lo que ocuparse<, entonces miró al contrario y asintió de a poco, en silencio

El repostero se descruzó de brazos, dejándolos caer a cada lado de su cuerpo y sonrió mínimamente -no quiero ver tu trasero aquí antes del segundo turno Jae

El aludido volvió a asentir

-¡Pues venga que la puerta es muy grande! -le apuró ahora sonriendo de lleno y girándose hacia la cocina hasta desaparecer tras la puerta blanca

La cafetería era un lugar agradable, pensó, sentado en alguna mesa al azar del medio, teniendo una vista completa del lugar, las sillas recogidas sobre las mesas, la cubeta y el trapeador aún donde les había dejado anoche antes de caer rendido, suspiró, podía parecer una mañana agradable vista desde el interior, con los rayos colándose por todas partes

Talló su cara con ambas palmas, despeinó su cabello, >necesitaba una ducha, joder<, y con todo el peso de la pasada noche sobre sus músculos adoloridos se levantó, y caminó sin muchos ánimos al casillero donde estaban sus pertenencias >las pocas que tenía<

De un portazo lo cerró, colocándose la chaqueta por la espalda y empujando la puertecita de servicio para finalmente, sentir el aire helado de la mañana recibirle, subió el cierre y metió ambas manos en los bolsillos. La imagen de un cigarrillo de colilla incandescente cruzó su mente, y rápidamente frenó aquello, >Había dejado esa mierda hace tiempo, no iría a comenzar de nuevo ahora<. Era cierto que de vez en cuando la necesidad le superaba pero, joder; prefería algo de tabaco y cáncer de pulmón, que alcohol y cáncer de hígado. Con el tabaco seguía sabiendo quien era, con lo otro, no