Vulnerabilidad

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Esa sonrisa que había creído perdida en sus recuerdos y que muchas veces había encontrado en el alcohol, finalmente había regresado a él, como un maldito golpe, aplastante, sofocante, hiriente

La puerta del dormitorio fue abierta tan lentamente que el sonido fue imperceptible, hasta que la voz irrumpió vaga en el silencio, llamando al único presente sobre la blanca colcha 

-Hae... -pidió permiso el rubio, tomando el borde de la puerta con una mano, dejando entrever sus dedos pálidos a comparación de la madera. El aludido dejó la botella de agua sobre alguna parte de la cama y levantó la cabeza, con algunas cuantas gotas cayendo de su cabello húmedo a su playera, mojándola por poco

-Entra y cierra -ordenó consciso, sobándose la nuca adolorida y alejando los pensamientos que habían estado abrumándolo los pasados días, cada maldita hora de cada maldito día 

El rubio entró despacio, cuidando sus pasos, mirándo a las paredes y al closet, sólo para quedar de pie como una estatua muda frente al menor con gesto agrio, >muy diferente a como lo había sido alguna vez, en el principio<

Con un suspiro tendido, un subir y bajar de pecho por la respiración y un masaje al hombro, habló -siéntate -y esperó paciente

Miró por un momento la cama, las sábanas, hasta decidirse por caminar la distancia que les separaba y tomar lugar a su lado, cara a cara. Sabía cual sería la pregunta por la que había sido llamado, todos lo hacían. Cuando Kyuhyun le había avisado durante la hora del desayuno, había perdido el poco apetito que tenía

>Sin embargo, no había precio tan alto que no estuviera dispuesto a pagar para remediar sus errores, de un modo u otro<

La mirada parda le atravezó -No he querido llevarlo a más llamando a todos, ya has tomado tus propias decisiones -le frunció el entrecejo, mirándolo - ¿Qué pasó en P.UB.?

>P.U.B<, la simple mencion le cayó como un golpe en el estómago

La noche había comenzado como cualquier otra en sus años de Universidad, siempre en bares, del brazo de algún chico lindo que le invitase tragos y le sacara a bailar. En cierta medida, era el tipo de lugares con los que sabía convivir, en los que no era dificil hablarle a las personas o hacer amigos nuevos >con alcohol en la sangre<, ni reírse, ni olvidar, ni sentirse querido. Qué lástima se daba a sí mismo 

Había bailado, si, lo había hecho para que todos le miraran, para que Kyhyun lo hiciera y aunque quisiera mentir diciendo que había sido sólo con el propósito principal de aquella noche, no podía y estaba seguro de que Donghae lo sabía

Y, cuando ese hombre maloliente le había susurrado al oído con voz enfermiza, le había entrado el miedo, había querido huír y sin embargo, de alguna manera extraordinaria lo había conseguido, le había sonreído como si no le provocara asco y había aceptado seguirle

-No le he dicho nada si eso te preocupa Hae, lo prometo - quiso bromear, esperaba que no le hiciera contar lo bajo que había caído, por que, literalmente lo había hecho, de rodillas, sobre el suelo sucio de aquel cuarto

-Esa no ha sido mi pregunta -recalcó, volviéndo a abrir la botella y poniéndola sobre sus labios, dándo un trago 

Sungmin, sin necesidad de más palabras, sabía que esperaba una respuesta de verdad y que lo hacía ansiosamente, no podía escaparse ésta vez. Cerró los ojos y dejó salir el poco aire que retenía en sus pulmones, lo había repasado mentalmente muchas veces, pero jamás lo había dicho en voz alta, ni siquera para él mismo y, seguramente habían habido experiencias peores, pero le daba asco, le daba demasiado asco 

My Bad Boy 2 [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora