Despedida

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El agudo pidito, seguía allí. En su cabeza

Había sido él

>¿Qué hacía allí?<

>¿Por qué?<

Se tomó fuertemente de los cabellos, meneándose adelante y atrás, temblando, con náuseas atascadas en su garganta, el pulso tan inestable que sentía perder el conocimiento por momentos

>¿POR QUÉ?! JODER ¿PORQUÉ?!!< 

Se pasó las manos por la cara, temblorosas. Porque el tenía miedo, estaba aterrado, no sabía qué hacer. 

Sintió el sabor cobrizo en sus labios y volvió a sollozar. Era su sangre. Miró sus manos, estaban manchadas al igual que su ropa. Olía a muerte

Lo sentía, esa presión en el pecho. Estába teniendo un ataque de pánico. No podía respirar. >¡No podía, no podía!<

Donghae se reclinó sobre el respaldo del coche, y abrió el cierre de la sudadera, dejándo el paso libre sobre su garganta. Clavó la mirada acuosa en el techo y se concentró en respirar. Dar largas y profundas respiraciones. El miedo le estába rebasando

Sus atáques de pánico no habían vuelto desde hacía mucho tiempo, dos años, quizá tres. Casi había olvidado la sensación de tanta impotencia y desesperación por sentir el aire, por respirarlo

Tras sus párpados, reaparecieron las imágenes de Eunhyuk, tirado a mitad del puente, con la sangre escurriendo tan rápido y tanta, que asustaba. Él lucía pálido. Apretó el asiento bajo sus manos en puños y se removió. 

>¿Y si estaba muerto?<

Trató de tomar aire, pero no lo logró. No estába haciéndolo, ¡no podía calmarse!

Sintió entonces, cómo le removían sin cuidado -¿Qué pasa? ¡¿qué le pasa?! -volvió a zarandearlo el pelirojo, volteándo a ver a Sung Min ansioso por una respuesta rápida. Éste le pidió que lo soltase 

-Está teniendo un ataque de pánico -aseguró, arrugando su cara en preocupación. Escuchándo las fallidas respiraciones del menor.

>Recordaba sus ataques, Donghae los había tenido constantemente en la Universidad y después de eso, con cada situación crítica que ocurría con Eric, con el tiempo habían ido desapareciendo hasta no existir más. Pero ahora estaba teniéndolos de nuevo<

Tomó una de las manos contrarias, apretándola con apremio -necesito una bolsa de papel - indicó, rebuscándo el mismo por donde podía. Dudaba que hubiese alguna 

-¡No hay! ¡No hay! -gritó Ji comenzando a perder los estribos y con el rostro desfigurado en aflicción, tan pálido como el mármol

El rubio mordió sus labios, pero a pesar del dolor que sentía, se obligó a guardar la calma; tres personas en pánico no serían buenas para la situación ni ayudarían a Donghae. Así que tomó una respiración y pidió silencio al pelirojo

-Hae, escúchame -le habló apretándo su mano, queriendo ser sentido como un apoyo sólido -EunHyuk estará bien, tenía pulso y las ambulancias ya habían llegado -quizo razonar. Muchas veces, razonar las cosas ayudaba a poner un freno al pánico; notó entonces que el contrario parecía más atento al techo que a lo que fuera que él dijera -Hae, mírame -pidió -¡MÍRAME! - gritó, y al fin los ojos café lo hicieron. Abiertos y temerosos, inyectados en sangre

-Necesitas calmarte y estar bien por él, por mi, por Hyuna, por todos -pasó saliva -Eunhyuk... -inició despacio -jamás lo conocí tanto como para conocerlo, pero si vi lo que tu eras para él, lo que aún eres. Él te quería incluso antes de saberlo -susurró al recordar esa única vez que había podido verlos juntos, a lo lejos. Notó entonces que el pecho del peliazul se inflaba un poco, recibiendo algo de aire. Estába funcionando

My Bad Boy 2 [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora