Impulso

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Relajó su peso y siguió respirando con agitación. Sus dedos continuaban enredados en el pelo rubio. Parpadeó desconcertado, lamiendo la sangre de su labio inferior. Recorrió lentamente el cuerpo ajeno con la mirada, le escuchaba jadear aún. 

Sus manos cayeron graduales, acariciando su nuca y bajando hasta su cuello, hasta la marca rojiza que le pertenecía y más abajo, topándose con la cicatriz de bala. Justo sobre su corazón. Pasó las yemas de sus dedos por ella, sintiéndola a profundidad con todas sus imperfecciones. Subió para mirarle el rostro

Eunhyuk estaba tenso, mudo, serio. Le correspondió la mirada y con su mano, tomó la suya, alejándola de su piel. 

-lo sien... -murmuró, pero los labios rojizos del mayor, lo callaron con apenas un roce. Cerró los ojos como reflejo, entreabrió sus labios y suspiró

Negando la cabeza apenas lo suficiente para notar el movimiento, el rubio habló sobre su boca -no digas nada -Y Donghae obedeció, guardó silencio al instante, perdido en la sensación de la frente empapada sobre la suya 

Una lágrima cálida goteó en su mejilla, tan ligera que podría haber sido imaginación suya de no ser que otras más la acompañaron. Trató de alejarse del mayor para verle a la cara, pero no se atrevió a moverse cuando Eunhyuk ocultó su rostro en su cuello -Eres un idiota -le oyó decir contra su mandíbula. Llorando por lo bajo

No contestó, continuó sumido en el silencio que le habían pedido, pero si subió sus manos hasta rodearle, y si le abrazó. Jamás creyó volver a tenerlo de ésta forma y mucho menos, siendo un apoyo. El cuerpo entre sus brazos y piernas tembló. Mordió el interior de sus cachetes con fuerza. La imagen de todos esos cortes cubriendo sus muñecas seguía causándole estragos, tenía un nudo permanente. 

Con todo el daño que hizo, se preguntaba si las cosas que sacrificó tuvieron sentido. El odio le llevó a cometer tantos errores y a cegarlo de tal manera, que no encontraba una justificación. Terminó lastimando a todos aquellos que prometió proteger. Por Dios. 

-abandonaste todo por un capricho -le recriminó la voz ajena y su corazón se contrajo.

-¿una promesa es un capricho? 

-no lo sé -negó. No sabía qué pensar o sentir, todo parecía confuso en ése momento y más por la sensación de seguridad que le recorría con cada caricia de los dedos en su nuca. Se mantuvo junto a él unos minutos más, hasta que sus lágrimas se secaron y se alzó

Observó a detalle los labios rotos y las mordidas en su cuello. Apretó la mandíbula. Se alejó hasta que los brazos dejaron de rodearle y con cuidado, salió de su interior. Empalideció cuando gotas de sangre escurrieron hacia abajo -lo ... -inició asustado, más, al igual que el lo hizo, unos labios le interrumpieron

-no digas nada -susurró Hae. Se incorporó igualmente, gesticulando por el ardor y la incomodidad. Una mano fría le ayudó tras su espalda causándole escalofríos 

Los ojos oscuros le atravesaban, mirándose tan culpables y sombríos. Hae los siguió con los propios, yendo justo hacia donde las cicatrices en su espalda se asomaban a sus costados. Casi podía predecir el tipo de pensamientos que tenía Eunhyuk, así que se apresuró a hablar y apartar el tema -por mi culpa te dispararon -arriscó los hombros, tratando de restarle importancia a lo que fuera que pasaba por su cabeza 

Sin saber realmente qué contestar a aquello, asintió en silencio y del mismo modo se subió la pretina. Un silencio se extendió entre ellos, casi tangible 

Contrario a lo que podría pensarse, la posición en la que estaban ahora, no resultaba incómoda. La época de la incomodidad estaba años atrás. El peliazul acunó la mejilla contraria, obligándolo a levantar la cara y mirarlo. Siempre le gustaron sus ojos

My Bad Boy 2 [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora