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Giró la llave y apagó el motor del camaro. Se quedó allí, quieto, en el silencio. Los oídos le pitaban y creía haber perdido un poco la audición. >Los disparos eran un maldito problema ruidoso, era por ello un fiel partidario de utilizar silenciadores< 

Recargó la cabeza pesadamente sobre el asiento y exhaló, miró entonces por el espejo retrovisor, alzó la mano lo suficiente para verse en él y gruñó cuando notó la sangre seca adornando su cara. Encendió las luces interiores y se incorporó para mirarse de cerca

Soltó un sonido molesto. Probablemente necesitaría unos puntos, >con lo mucho que le encantaban las agujas<. Finalmente apagó las luces y salió del coche. La noche era fría 

Caminó por su jardín de entrada hasta la puerta de su casa y uno de sus hombres le abrió la puerta, lo saludó con un gesto austero mientras cruzaba el umbral. La puerta volvió a cerrarse 

Cansado tronó su cuello y hombros, encendiendo las luces a su paso. Después de servirse un vaso de agua, subió las escaleras, escalón a escalón hasta la segunda planta. Pensó en encender las luces de allí también, pero recordando que ahora otras personas dormían allí también le hizo desistir de la idea 

Así que, en renovado silencio se dirigió a su cuarto, pero antes de girar el pomo, notó la puerta que guiaba al barandal abierta, dejando las corrientes de aire frío entrar y helarlo todo a su paso; exhaló y se dirigió a cerrarla de una buena vez, cuando notó la figura oscura allí sentada y el cabello rubio moviéndose en el viento 

Sin atreverse a irrumpir en su espacio, se quedó parado en los inicios de la puerta. Recargó la cabeza en el marco y se maldijo por lo bajo cuando sintió el dolor recorrerle. >Había apoyado el lado herido, Mierda bastarda<. Aquello pareció sacar de sus pensamientos al menor 

-Es bastante tarde Lee -dijo, aprovechando que su presencia no era más un secreto. El aludido no giró a verlo, ni se movió 

-Váyase a dormir la siesta entonces -contestó tan tratable y encantador como de costumbre. Eric suspiró entonces, cuando notó las pequeñas gotas de sangre en el suelo, las siguió con la mirada y llegó hasta él. Frunció el ceño entonces 

Éste niño >porque aún lo era< parecía ser más cascarrabias de lo que él mismo era ahora. Pero sin duda era también un niñato inteligente y testarudo. 

Se separó del marco y se alejó por donde había venido.

+++

Nuevamente en soledad, su cuerpo tembló cuando un escalofrío recorrió su columna y maldijo entre dientes por no llevar algo más grueso. Era una maldita noche fría, después de todo era invierno 

Regresó su atención a la rama entre sus dedos y terminó por deshojarla, aventando los restos sin mayor importancia, entonces, cerrando los ojos un instante recargó su frente en uno de los soportes de la barandilla y un sollozo salió de entre sus labios, más violento de lo que hubiese querido, seguido por varios más que, a pesar del dolor que cada espasmo le ocasionaba, no podía controlar 

Detestaba esto, el sentirse como una real mierda y no poder hacer nada al respecto. Era la maldita impotencia de estar atrapado en una jaula. Quería tanto ser libre que se daba asco

Abrió los ojos nuevamente, cuando sintió una presencia a lado suyo. Giró para verle y volvió a maldecir. ¿Le habría escuchado? 

Eric se sentó junto a él, colocándose de la misma forma, con los pies colgando a la nada por el barandal. El silencio se generó, pero no duró lo suficiente 

-¿qué pasó? -inspeccionó el mayor, en un tono de real curiosidad. Eunhyuk frunció el entrecejo, >Maldición<

Había pasado que, a su pesar, continuaba siendo dependiente de sus padres, no acababa de comprender porqué infiernos la edad era un impedimento para mandarlos a la mierda, si ellos lo habían hecho ya sin pararse a mirar atrás. Exhaló. Realmente lo había intentado cuando era un niño, tomando clases de esto y aquello, vistiendo, diciendo, incluso pensando lo que ellos querían. Pero todo tenía un límite y él ya no mendigaba sus pocas palabras de aprobación

Un nuevo sollozo le azotó. Seguro que Eric le había escuchado, mordió sus labios con dolor y volteó finalmente dándole la cara -le dije a mi padre algo que no le gustó -habló amargo, siendo consciente de las heridas en su cara 

Moon asintió y jaló por el suelo una caja que había traído consigo, quitó los seguros y la abrió. Una caja de primeros auxilios. Sin decir nada más, tomó un algodón y lo llenó de alcohol, gruñendo cuando el líquido tocó las heridas en su propia mano. 

Sabía que tenía que ir a que le revisaran la cabeza >literalmente< y a que le dieran unos cuantos puntos, pero podía tomarse un tiempo antes. De cualquier modo, el chico parecía necesitar ayuda médica también. Ya irían juntos 

Apretó el algodón para que el exceso escurriera y lo acercó al rostro ensangrentado del más joven. No notó resistencia de su parte y sonrió interiormente. Con cuidado, presionó sobre uno de los muchos cortes y escuchó una maldición. Sin embargo, Eunhyuk continuó aceptándolo

Pasaron los minutos, hasta que la última bandita fue puesta sobre su nariz. Sólo entonces Eric guardó las cosas en el botiquín y habló de nuevo -¿Qué le dijiste? -quiso saber y esperó su respuesta mientras el rubio sacaba un paquete de cigarrillos, compartiendo uno con él

Eunhyuk sonrió a la par que encendía el suyo -le dije que se fuera a la mierda 

El mayor sintió el esbozo de una sonrisa -veo porqué no le ha gustado -dijo y sin más, empezó a reírse con el cigarrillo entre sus dedos, y el rubio no tardó en seguirle, escupiendo el humo al viento

>Si su vida era una mierda, al menos debía reírse de ella<

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El propósito de éste cap, es que vean un poco de la relación que tenían Eric y Hyuk. Porque siento que podría dar la falsa impresión de que no se llevaban bien

¡Nos leemos!



My Bad Boy 2 [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora