Culpabilidad

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Al ver este señalamiento ---> ♪ ♫ ♪ ♫    en el fic, dar Play al video >Usar audífonos para mayor efecto dramático< 

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-No pienso darte el turno extra por mucho que lo pidas Hyukjae -dijo Tae con un puchero, cerrándo su casillero y recargándose en él, suspirando cansada 

-No iba a pedirlo- contestó el aludido, terminando por sacar sus pertenencias del propio casillero y guardándolas en sus bolsillos, cerrándolo finalmente -debo regresar a casa -agregó, mirándola con una leve sonrisa >del tipo que eran extrañas en él<  que, pareció delatarle

-¡no puede ser! ¡que me muero! -gritó ella, alucinando con la extraña mueca -¿te encuentras bien? ¿debería llamar a un doctor? -le molestó, tratándo de tocar su frente y comprobar la temperatura que apostaría era mayor a lo usual

-que estoy bien, joder -dijo riéndo, esquivándo la mano insistente de su cara

Sin acabar de creerselo, la castaña bufó divertida -lo que tu digas Jae -y volviéndo a escanearlo con ojos entrecerrados, se dió por satisfecha -vale -aceptó -debo irme, la cafetería no se limpiará sóla

El rubio cenizo aceptó y se despidió, viéndo desaparecer acia la cocina. Se colocó una bufanda al cuello y empujó la puerta de servicio hasta verse sobre la calle, con el viento frío penetrando su ropa.

Había sido un día como pocos, era cierto que dormir sobre el suelo era una mierda, >joder, le dolía la espalda< pero había pasado la noche en SU casa, ya mañana se preocuparía por comprar algunos muebles, una cama, un desayunador y cualquier otra chuchería que quisiera. Talló sus manos. Tenía ánimos de celebrar, aunque tuviese que hacerlo solo no importaba, así que asintiéndose a sí mismo, caminó hasta la esquina y paró un taxi.

Desde su llegada a Singapur, no había provado de primera mano lo que la vida nocturna tenía para ofrecerle. Era verdad que, en un principio, siempre había una botella en su mano, pero sus pies no llegaban a más allá que unas calles, era un asco, había sido un asco, un hombre que lo había perdido todo y que, ya no podía perder más. Pero ahora, todo era diferente, tenía algo con su nombre escrito en él >un nombre falso a fin de cuentas, pero suyo<

-Al centro de la ciudad- Había faltado a todas las promesas que alguna vez hizo, había tocado fondo y por alguna razón ajena a él, había podido salir, ahora  tenía la oportunidad de cumplir una de esas tantas.

Las personas normales celebraban y era lo que haría. Bufó. Casi podía escuchar a Hee burlándose de sus mierdas sentimentales y palmeándole la espalda; esperaba por la mierda que no estuviese molesto con él por todo lo que había estado haciendo mal, por que si lo estaba...¡joder! prefería irse al infierno que tener que lidiar con él. Rió por lo bajo melancólico

Y si... esas mierdas existían realmente, seguramente su precioso Donghae estaría allí, y el insoportable enfermero. Siwon.

Quitó la mano de debajo de su barbilla y dejó de mirar por la ventana las luces nocturnas de la ciudad, talló sus ojos, alejando el picor momentáneo. Joder, ¿Qué coño le pasaba?, quizá Tae tenía razón y después de todo realmente se encontraba mal. Jamás había creído en un cielo y un infierno, pero, hacía un año, había entendido porqué las personas lo hacían, era algo reconfortante, que las hacía sentir mejor consigo mismas, pensar en un futuro incluso para los que ya habían dejado de tener un presente.

El coche se detuvo bajo todas aquellas luces neón, entre las personas ruidosas que cruzaban las calles. Eunhyuk alargó un billete y salió, escuchándo el motor arrancar a su espalda, dejándole atrás, metió las manos en los bolsillos de su chaqueta y sin ser especialmente selectivo con los lugares, caminó al primero de donde saliera buena música 

My Bad Boy 2 [Eunhae +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora