300 NOCHES | Christopher Vélez y tú | HOT

t r e s. (capítulo HOT)

ATENCIÓN

Este capítulo es HOT así que si eres muy menor, (me refiero a los 12/13/14/15 años) sería probable y recomendable de que no leas la novela, pero si lees novelas HOT y tienes esa edad bueno no te traumas, pues... Leela. ✨

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Habíamos llegado al hotel y yo solo opté por seguir a Christopher ya que no sabía dónde estaba.

—Bien, ya subamos.—dijo Christopher, yo solo asentí nerviosa y subí al ascensor, quién diría qué me hará este tipo al cruzar la puerta de la habitación...

El ascensor paró y mis nervios aumentaban, ya llegamos al piso donde estaba la habitación de Christopher.

Y ahí fue cuando toda mi vista se nubló, apenas entré a la habitación, caigo desmayada. ¿Por qué? Por los nervios...

Desperté en la misma habitación que acababa de entrar, solo que en la cama, Christopher estaba hablando por el teléfono en cuanto me vio, cortó la llamada y se sentó a mí costado.

—¿Estás bien?—me preguntó, ¿dónde estaba el Christopher que me insultaba o el Christopher egoísta?

—Eh... Sí estoy... — me acababa de dar cuenta de que estaba bañada y cambiada de ropa. ¿Qué pasó aquí? — eh... ¿Cómo ahora mismo estoy bañada y con diferente ropa? Me puedes expli...— no terminé de preguntarle porque sentí sus cálidos labios sobre los míos, pero al instante no le respondí e hice que frunza el ceño por confusión. Tiene novia, no lo iba a besar.

—Estas bañada porque te bañe, literal, ¿quién querrías que fuera? Estabas desmayada, luego fui a comprar algo de ropa y te la puse.—dijo Christopher. Yo sólo me sonroje al escuchar eso, ¿me había visto desnuda? Mierda.

—Llevame al hotel.—dije.

—¿Qué hotel? Ya estamos en uno, y es aquí.— dijo.

—En... En el hotel que estaba hoy.—dije nerviosa, lo mínimo que quería era una pelea con Christopher.

—¿Con ese tipo? Jamás, nunca, jamás de los jamases, nun-ca.—dijo exageradamente.

—Es mí novio y yo puedo estar con el, el tiempo que yo quiera.—dije.

Rápidamente el se apoyó encima de mí, luego acercó sus labios a mi oreja y susurró...

—Pero yo... Puedo hacer lo que quiera contigo... Eres mía.— y luego besó mi cuello causándome escalofríos.

—Ya basta...—le dije pero el me ignoraba y seguía besándome.

De un momento a otro ya estaba completamente desnuda, bueno, en ropa interior, y Christopher sin remera dejándome ver todo su abdomen.

Comenzó a bajarse su bóxer, no me resistí y...

—¡Soy virgen!—exclamé. No quería tener sexo con alguien que no amaba, en este caso, Christopher.

—No importa, seré cuidadoso...—dijo sonriendo pícaramente. Era obvio que no seria "cuidadoso", me lo haría más duro que nada.

Ya se había quitado su bóxer y luego comenzó a quitarme el sostén, lo había tirado a la otra esquina de la habitación y comenzó a besar ferozmente mis pechos causando que esté con la espalda encorvada.

Luego bajaba por mi abdomen dándome besos por éste, y llegó a mi zona íntima, comenzó a bajar mis bragas hasta que quedé sin ninguna prenda.

Empezó a pasar su lengua por mi clítoris haciendo que gimiera...

—Basta... Chris-christopher...— dije mientras gemía, claramente no entendía el "BASTA".

Luego sentí algo dentro de mí, y era doloroso pero al mismo tiempo sentías... ¿placer?

Christopher lo hacía rápido y fuerte, me dolía y cada vez que gemía y gritaba su nombre el solo reía, yo quería que parara. Sólo que pare y listo. Era mi primera vez.

—Sí... Gime mi nombre...—dijo Christopher todo sudado y aún con su miembro dentro de mí.

Cuando llegamos al orgasmo, nos detuvimos, Christopher me besó, lo cuál no le respondí y me dio una cachetada. ¿Qué hice?

—Así aprenderás, eres mía y me tienes que besar solo a mí.—dijo.

—¡No! ¿Quién te crees?—dije y me levante para cambiarme, pero fallé porque Christopher me tomó del brazo e hizo que cayera encima de él.

—Soy tu dueño...—me susurró rozando mis labios con los suyos.

Me solté de su agarre y me cambié, iba a abrir la puerta de la habitación, apenas giro la perilla...

Christopher me acorraló contra la puerta, pero este se puso encima mío.

Se acercaba lentamente a mí, en un momento no había aire que traspasara por nosotros dos... Me había besado... Otra vez.

Me toma de la cintura haciendo que enredara mis piernas con la suya, trataba de soltarme pero si yo hacía algo más recibiría algún castigo de Christopher y era lo que menos quería.

No aguanté más y lo empujé con fuerza. Cayó al suelo, abrí la puerta y salí corriendo hacia el ascensor, no había nadie, porqué en estos momentos NO hay NADIE.

Esperando al ascensor que no llegaba más, siento como me jalan fuerte del brazo. Era Christopher.

Entré nuevamente a la habitación, pero me empujó a una toda oscura. ¿Un sótano?

Prendí la luz y... ¿Cómo mierda iban a estar estas cosas en un hotel? ¿Christopher lo tenía preparado?

Eran látigos, más sencillo, la mayor parte de todo eran cosas de tortura. Este tipo está completamente loco.

Luego siento que abren la puerta, y aparece Christopher.

—Oh... Yo te quería dar la sorpresa.—dijo sonriendo.

¿Qué sorpresa?

—Eh.. ¿Cuál sorpresa?—pregunté nerviosa.

—Estas cosas...—tomó un látigo. Ya me asustaba. ¿Quién era? ¿Se creía el Christian Grey? — son para los castigos, osea que si tú... Desobedeces mis órdenes, ignoras MIS besos, MIS embestidas, todo lo que tenga que ver con YO.—dijo articulando el “mi” y “yo”.

—Pero... ¿No me golpearas ahora no?—dije asustada. Cada vez me daba miedo.

—Oh... Eso no lo pensé.— tomó una corbata y me la puso en la boca, hice lo posible para que no me la ponga, pero terminó poniéndomela.

En ese momento lloraba, antes de recibir ese castigo, el sólo me miraba serio, como diciendo que parara, pero yo no lo haría.

—Si paras de llorar... ¿Me puedes escuchar Tn?—dijo pero nuevamente mi vista se nubló. Me había desmayado. ¡OTRA VEZ!

Bendito el desmayo, me salvó de esta tortura, lo amo, lo amo...

¡Hola chicas!

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