- Si no te ibas a duchar, ¿para qué buscaste ropa? - le dije golpeando la puerta.
Me ignoró. Recordé que me estaba cambiando y me puse el short que usaba como pijama, en esta época hace frío aquí, pero el aire en esta habitación estaba muy caliente.
(No sé ustedes pero yo también malpensé eso AAAAAA)
Christopher salió del baño en bóxer.
- Esa ropa era la que me regaló mi madre, quería ver si me entraba. Hay veces que mi mamá se olvida de mi talle- ríe.
Lo miré divertida. Sin querer miré más para abajo, pero qué disimulada eres, Tn. Fue algo malo de hacer, algo muy malo.
Al parecer Christopher no se dió cuenta. Encendió el televisor y se acostó en la cama. Me senté en el pequeño sofá que estaba al lado de la gran ventana. Y miré el programa que veía Christopher, las noticias.
- Me gusta ese short. Es corto, me gusta.-dijo sin despegar la mirada del televisor. Lo miré y sonreí. Se da la vuelta y se queda mirándome.
-Creo que tú quieres quedar como amigos, ¿no? - preguntó. Yo apreté mis labios y negué con la cabeza. No quería perderlo. No quería enterarme de sus futuros noviazgos, sus futuros hijos con otras mujeres. No quería.
- ¿Y entonces?- se sentó.- Soy sincero y, yo no quiero que nos divorciemos, quiero seguir estando contigo... Yo quiero... Tantas cosas pero con ese maldito y corto short me gustaría que calmes a mi amigo.-miré para abajo y ví un bulto en su bóxer. Me sonrojé y miré hacia otro lado.
- Sigo enojada contigo, Christopher.-murmuré.
- No tienes que estar enojada, con un corto polvo te cambio el humor, ¿te parece?
-No, gracias.-volteé a verlo. Me levanté del sofa y cerré mi maleta para dejarla en el armario.
Mi mente y orgullo decían: Vete ahora mismo, déjalo, es mentira todo lo que te dice.
Pero mi corazón me decía: Quédate, y arreglen las cosas, habla con él, todo estará bien.
Obviamente, mi orgullo es tan alto, pero me quedaré.
Abrí la ventana y miré el gran paisaje, y el viento tan fresco que chocaba en mi rostro.
- Te amo - dijo una voz detrás de mí, pegué un salto por el susto, sabía que él estaba en la cama, pero no que iba a aparecer atrás mío de la nada sin emitir sonido alguno.
Me quedé callada. Se puso a mi lado.
- ¿Te atreverías a contar todas las estrellas? - preguntó.
- ¿Cómo se supone que haga eso, Christopher?
- Contándolas. Así de simple.- dice con una mirada tierna.
Hubo silencio por unos minutos, hasta que, nuevamente, preguntó otra cosa.
- Si una casa se incendia, y puedes salvar sólo a una persona, ¿a quién sería? A Zabdiel o a mí.
- A Zabdiel definitivamente.-dije a propósito. Lo miré y él me fulminó con la mirada.
- Zabdiel no fue el que te quitó la virginidad.- dijo sonriendo.
- ¿No puedes parar de hablar sobre el sexo? - gruñí. Miró hacia otro lado.
- Es que estuve acostumbrado a follar contigo casi todos los días, un cambio de repente, provoca un impacto en la vida-voltea a verme y sonríe.
Sonreí y bajé la mirada, no,no,no, me sonrojé, mierda.
Christopher me toma suavemente de la cintura y me pega contra él, corre un mechón de mi cabello y junta nuestros labios, cerré los ojos y me dejé llevar, pasé mi lengua por su labio inferior, se notaba que estaba desesperada por ese beso, y que los dos nos deseábamos en ese instante. Él sonrió en un segundo y siguió con el beso hasta juguetear un poco con nuestras lenguas. Puse mis brazos en el cuello de Christopher y subí hasta su cabello, agarrando un mechón de cabello acercándolo más a mí. Gimió.
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300 NOCHES | Christopher Vélez y tú | HOT
FanfictionLa chica del servicio de comidas rápidas... La sexy chica del servicio de comidas rápidas... MUNDO ALTERNO: no existirá CNCO © TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS. PROHIBIDO COPIA Y/O ADAPTACIÓN.