Tengo mis métodos para hacerte hablar

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...

S I E T E

»... el cambio puede detectarse también por un parpadeo rápido, como al intentar ajustarse a la luz.

...


Había pasado un día.

Un día entero en el que Matt no se apareció por la habitación.

Casey no tenía idea de cuanto había pasado exactamente pero nunca imaginó que cuando el castaño dijo que muriera de hambre, literalmente la iba a dejar encerrada sin comer.

Todo el tiempo más que pensar en escapar, lo había dedicado a buscar una explicación de lo que podía estar pasando con el chico. Si él la había secuestrado en primer lugar ¿Por qué la había desatado y fingido que no sabía nada luego? Y después de eso ¿Por qué actuó tan diferente?

Como si fuera otra persona...

El sonido de la puerta abriéndose la sacó de sus pensamientos.

Matt estaba apoyado en el marco de la puerta con una bandeja de comida en las manos. Su estómago sonó ni bien vio la comida y al ver el vaso con agua le dieron ganas de correr para tomarlo pero se quedo sentada en la cama y solo lo miro fijamente.

Sí, había sido una mala idea rechazar la comida antes, pero tenía su orgullo. No comería nada.

—Mira nada mas, te desataste por ti misma

"¿Qué?", pensó la chica.

De nuevo no, sin duda este podría ser su plan, hacer que se volviera loca y luego...¿Y luego que? ¿Matarla? ¿Cortarla en pedacitos? 

Él desapareció de su campo de visión con una sonrisa al ver la confusión en el rostro de Casey. No se había divertido tanto en mucho tiempo. Pensó que dejar la puerta abierta mientras buscaba una silla, sería una buena opción para ver si la chica intentaba escapar, pero para su sorpresa no salió en ningún momento.

Volvió a entrar con la bandeja en una mano y una silla en la otra. No se molestó en cerrar la puerta y se sentó frente a ella.

—¿Por que me miras así? —preguntó mientras una falsa mueca de confusión pasaba por su rostro— Claro, tu piensas que fui yo. —sonrío con burla cuando la cabeza de la chica parecía a punto de estallar— Esto es tan divertido.

Ella siguió sin decir nada, ya no le importaba lo que él dijera, ni por que fingía que las cosas no habían pasado cuando el mismo las había hecho. Su única prioridad era la bandeja de comida, a la que no le quitaba la vista de encima. Escuchó a Matt soltar una risa de nuevo, ¿Por qué solo seguía riendo?

—Come —dijo entregándole la comida

Está bien. Si el fingía que no había pasado nada y actuaba como si tuviera amnesia ella podía hacer lo mismo ¿Cierto?

En estos momentos el orgullo no importaba, moría de hambre. Así que en lugar de botar la bandeja o estrellarle el vaso en la cara, solo la tomó y empezó a comer como si no hubiera un mañana sin importarle que estuviera mirando.

En cuestión de minutos el plato con pollo y verduras estaba vacío y el agua había desaparecido del vaso ni bien lo tomo. Al llevarse el último bocado pensó que podía clavarle el tenedor que tenía en la mano y correr.

"Si, hazlo", pensó por un segundo. Sin embargo, solo observo el tenedor por un momento, podría hacerlo pero ¿Y si él tenía un cuchillo o algo así?

Levantó la mirada solo para comprobar que Matt seguía atento a cada uno de sus movimientos.

—Muy lista, llorona —dijo él cuando la chica bajó el tenedor— ¿Pensabas incrustarlo en algún lugar de mi cara tal vez?

Pasó saliva sonoramente y desvío la mirada. ¿Acaso era demasiado obvio?

Justo en ese momento el castaño dio un parpadeo rápido y fuerte, como si la luz se hubiera vuelto muy brillante de repente y su tono cambió repentinamente también.

—No pierdas el tiempo, solo hubieras hecho que me molestara —su voz sonó algo diferente y Casey se dio cuenta pero decidió ignorar el extraño cambio. Matt, al no recibir respuesta, tomó a la chica de la barbilla e hizo que lo mirara—¿Por que no dices nada?

Además del tono de voz, su actitud también era diferente. Casey sentía como si el Matt de hace unos minutos fuera totalmente distinto al que le estaba hablando ahora. ¿Eso tenía sentido? ¿Acaso era bipolar?

—¿No piensas hablar? —preguntó Matt con falsa tristeza— Bien.

Empujó la bandeja que estaba apoyada en las piernas de Casey. En un segundo esta se estrelló contra el suelo. Observó el plato y el vaso hacerse pedazos y como el tenedor había caído muy cerca sin decir ni una palabra.

—Tengo mis métodos para hacerte hablar.



La mente del Psicópata © [Trastornos 1] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora